Biodiversidad

El lobo vuelve a estar protegido en la mayor parte de los Estados Unidos

Un juez federal tumba las políticas de la administración Trump, que permitían la persecución de la especie

Manada de lobios grises

Manada de lobios grises / Unsplash

Ramón Díaz

Ramón Díaz

El lobo sigue en el centro de la polémica, también en los Estados Unidos. Protegerlo o no protegerlo, esa es la cuestión. La especie, que está provocando agrios enfrentamientos en España, vuelve a estar amparada en gran parte del país norteamericano gracias a la decisión de un juez federal, que ha tumbado las políticas que posibilitaban la persecución de la especie aprobadas en la etapa del anterior presidente, Donald Trump, y defendidas después por la administración Biden. Ahora, el lobo vuelve a estar protegido.

Pero, como es habitual cuando se debate sobre el lobo, la sentencia no ha contentado del todo a casi nadie. Los ganaderos auguran más daños en sus cabañas, mientras que los grupos ambientalistas, aunque aplauden la decisión, lamentan que la protección no alcance el norte de las Montañas Rocosas, donde los lobos, según denuncian, están siendo “perseguidos y masacrados”.

Los ecologistas recuerdan que los cazadores casi aniquilaron a esta especie hace un siglo en gran parte del país, y que solo las protecciones federales ayudaron a recuperar muchas manadas en las últimas décadas.

El juez federal Jeffrey White emitió su veredicto después de concluir que el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos no pudo demostrar que las poblaciones de lobos grises podrían mantenerse en buena parte del país sin la protección de la Ley de Especies en Peligro de Extinción.

Ejemplar de lobo gris

Ejemplar de lobo gris / Jean Landry

El magistrado concluyó que la protección de la especie resultó un éxito y propició su recuperación en buena parte del país, mientras que que la retirada de esa protección la ha perjudicado notablemente, porque algunos estados han protagonizado intensas campañas eliminación de cientos de ejemplares.

Los científicos, a favor de la protección

El fallo restaura la protección de los lobos en la región de los Grandes Lagos, los estados de la Costa del Pacífico y el sur de las Montañas Rocosas; esto es, en 44 estados. En esos lugares volverán a ser funcionarios federales los que administren las poblaciones de lobos.

Durante la administración Trump, pese a la preocupación manifestada por numerosos científicos, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos eliminó a los lobos grises de la lista de especies en peligro de extinción y devolvió el control a los estados.

El nuevo estatus del lobo propició su persecución en buena parte del país. Tanto así que en la primavera del año pasado, el Estado tuvo que dar por finalizada la temporada de caza de lobos antes de tiempo, después de que más de 200 lobos fueran abatidos a tiros en menos de 60 horas, superándose con creces la cuota estatal, establecida en 119 ejemplares. Las tribus ojibwe manifestaron entonces su profundo malestar. Los lobos ocupan un lugar sagrado en su cultura.

Pese a todo, la administración Biden defendió en los tribunales la continuidad del 'criterio Trump'. Los lobos de Nuevo México se consideran una población aparte y nunca perdieron la protección.

Manada de lobos en el parque nacional de Yellowstone

Manada de lobos en el parque nacional de Yellowstone / National Park Service

En su fallo, el juez White cuestionó la justificación esgrimida por la administración Trump, y subrayó que la decisión de la agencia estatal al retirar al lobo de la lista de animales protegido no se basó en la mejor ciencia disponible, ni abordó por completo las amenazas a la especie fuera de sus poblaciones principales.

La especie, amenazada por la caza

Los conservacionistas llevan años advirtiendo sobre la intensa presión de los cazadores en estados como Montana, Idaho y Wyoming, que no estaban afectados en este caso judicial. Esta situación sigue siendo una seria amenaza para la supervivencia de los lobos grises del país, según los ambientalistas.

La secretaria del Departamento del Interior de los Estados Unidos, Deb Haaland, intervino en la polémica la semana pasada, cuando publicó en ‘Usa Today’ un artículo en el que señaló: “Los lobos grises están siendo asesinados en las afueras de Yellowstone nuevamente. Algunas leyes estatales nuevas ponen en peligro décadas de asociaciones federales y estatales que los habían salvado”.

Era su reacción a la muerte de más de una veintena de ejemplares “nada más pusieron un pie fuera” de los límites de ese parque nacional, porque “no reconocen las líneas fronterizas en un mapa”. La matanza, que deja solo 94 lobos vivos en Yellowstone, provocó airadas protestas de los defensores de la vida silvestre, los turistas y las empresas de guías que dependen de esos visitantes.

Haaland, miembro de la tribu de Laguna Pueblo, pidió respeto para “nuestros parientes no humanos”, en especial para los lobos, que “durante siglos han sido explotados por sus pieles, asesinados en nombre de la protección de las personas, el ganado y la especies de caza, y casi exterminados a través de acciones patrocinadas por el Gobierno”.

Se comprometió a garantizar que los lobos tengan “la conservación que necesitan para sobrevivir y prosperar en la naturaleza en base a la ciencia y la ley” y, a la vez, a “mantener seguras a las comunidades y reducir los conflictos entre lobos y ganaderos”.

"Los estados no hacen lo correcto"

“Es fundamental que todos reconozcamos que las poblaciones de lobos de nuestra nación son parte integral de la salud de los ecosistemas frágiles y tienen una importancia cultural significativa en nuestro patrimonio compartido”, añadió la secretaria del Interior.

Un ejemplar de lobo segundos antes de su liberación en Yellowstone, en 1995

Un ejemplar de lobo segundos antes de su liberación en Yellowstone, en 1995 / National Park Service

Finalmente anunció que el Servicio de Pesca y Vida Silvestre está evaluando si es necesario volver a incluir también en la lista a la población de lobos grises del norte de las Montañas Rocosas bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción.

Jamie Rappaport Clark, presidente y director ejecutivo de Defenders of Wildlife, una de las organizaciones que demandó al Departamento del Interior por la política de la era Trump, espera que el fallo judicial “detenga la hemorragia”. Pero alertó de que la caza al norte de las Montañas Rocosas continua siendo “un grave problema”, porque “los estados no están haciendo lo correcto por los lobos”.

La controversia sobre la caza de lobos está siendo particularmente intensa en de estado de Montana y el área alrededor del parque nacional de Yellowstone, donde los lobos grises fueron reintroducidos en 1995, después de haber sido eliminados por los cazadores en la década los años veinte. Porque en 2021 se eliminaron las cuotas de caza de lobos al norte de Yellowstone, un área muy frecuentada por las manadas de lobos que entran y salen del parque.

Artículo de Deb Harland en ‘Usa Today’: https://eu.usatoday.com/story/opinion/2022/02/07/interior-gray-wolves-protection/9234169002/