España recortó en 2023 un 7,5% sus emisiones a la atmósfera gracias a las renovables

El auge de las energías renovables permitirá cerrar este año con el mínimo histórico de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), 271,6 millones de toneladas de CO2 equivalentes (MtCO2-eq), un 7,5% menos que el año pasado, cuando se registraron 283,8 MtCO2-eq. Es un "resultado positivo" en el avance hacia la descarbonización de la economía española y en la lucha contra el cambio climático, según un estudio del Basque Centre for Cloimate Change (BC3) y el Observatorio de la Transición Energética y la Acción Climática (OTEA).

"Además, este descenso se produce en un año en el que se espera que el producto interior bruto (PIB) crezca por encima del 2%, lo que implica que las emisiones siguen "bajando intensamente", recoge el apartado de conclusiones del estudio, titulado ‘Emisiones adelantadas de gases de efecto invernadero en España 2023’.

Las emisiones de gases de efecto invernadero en España se situarán al cerrar este año en el mínimo de la serie histórica, que comienza en 1990, por debajo incluso de las del año 2020, cuando descendieron un 12% debido a que la movilidad y la actividad económica estuvieron muy condicionados por la pandemia. Se situaron también por primera vez por debajo de los niveles de 1990, un 5,6% menos.

Pese a ello, España tiene el objetivo en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de reducir en 2030 un 23% las emisiones de GEI con respecto a 1990, mientras que en la actualización de ese plan elaborada este año se propone aumentar aún más esa meta, hasta el 32%. "Por tanto, en los próximos 7 años todavía queda un largo camino por recorrer" y serán necesarias "unas tasas de reducción de emisiones más sostenidas en el tiempo", recoge el estudio de BC3 y OTEA.

Descenso de las exportaciones

El sector de la electricidad ha sido el que más ha contribuido a la bajada de las emisiones este año. "Tras el año 2022, cuando las emisiones del sector eléctrico aumentaron debido al mayor uso de los ciclos combinados por el aumento de las exportaciones y los efectos de la sequía, este año las emisiones han vuelto a los niveles de 2021", apunta el texto.

El menor uso de gas natural, carbón y otros combustibles fósiles ha sido posible gracias también al crecimiento de las energías renovables y a un considerable descenso de las exportaciones netas. Asimismo, la lluvia ha permitido que la generación hidráulica se recupere.

También la generación eólica ha aumentado ligeramente este año, pero ha sido el crecimiento de la solar fotovoltaica lo que más ha impulsado la generación renovable. De tal manera que todo indica que este año la generación renovable en el mix eléctrico se situará en el 50,8%, y que se batirá el máximo histórico de producción de renovables, superando los 135.000 gigavatios-hora (GWh).

El reparto entre las distintas energías quedará este año como sigue: la eólica ostentará el liderazgo, con una cuota de casi el 24% y un registro cercano a los 63.700 GWh. La nuclear acaparará el 20% de la producción.

El ciclo combinado se situará tercero en el ranking con un 17%. La fotovoltaica se situará en el cuarto lugar del mix con un 14% y su producción superará los 37.000 GWh, casi un 34% más que en 2022.

En quinta posición se situará la hidráulica, con el 9,5% del mix que alcanzará los 25.500 GWh, una cifra superior a la registrada en 2022, que fue un año especialmente seco, circunstancia que provocó la mínima producción hidráulica desde que se tienen registros.

"Menos optimistas" para 2024

Las conclusiones del informe apuntan que la crisis energética que se inició a principios de 2022 y que se vio reflejada en el aumento de los precios energéticos, principalmente del gas natural, "podrían explicar la evolución de las emisiones generadas por el consumo final de gas natural este año".

En el primer trimestre de este año, la industria, los hogares y los servicios han mantenido la reducción en el consumo de gas que se inició el año pasado. Sin embargo, a partir del verano se ha observado un cambio de tendencia, indica el informe, en cuya elaboración han participado Luis Rey, Dirk-han Van de Ven, María Moyano, Manuel Tomás, Eva Alonso-Epelde y Mikel González-Eguino.

El texto señala que la moderación de los precios del gas natural ha provocado que su consumo se haya ido recuperando a medida que avanzaba el año. "Aunque el balance final es neutro, el aumento en las emisiones en la segunda mitad del año provoca que los autores del estudio admitan que son "menos optimistas" con vistas al año que viene.

Hay más malas noticias y provienen, un año más, del sector del transporte. "Aunque las emisiones generadas por los derivados del petróleo se habrían reducido en torno al 5%, no parece que el sector del transporte haya contribuido a este descenso", apunta el documento.

Los datos del transporte aéreo son "particularmente preocupantes", resalta el estudio, ya que el consumo de queroseno aumenta en torno al 12%. "En un contexto con los precios de los combustibles relativamente altos y fuertes subvenciones al transporte público, el sector sigue sin reducir sus emisiones", alertan los autores.

Informe de referencia: https://api.otea.info/storage/2023/12/21/bd73a72a16e4bd8f0d21090b1be325a557d4ca21.pdf

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