Euroliga

El Real Madrid también se lleva el 'clásico' de Euroliga, un festival del error

Los de Chus Mateo vencieron en el tercer duelo de rivalidad de la temporada (como en la Supercopa y en Liga), un choque marcado por los errores

Deck, con 20 puntos y siete rebotes, y el francés Vincent Poirier (14 y 7) fueron los más destacados de un equipo que se queda con líder en solitario

Denís Iglesias

Los 'clásicos' no pueden cansar, porque cada uno es una película. En algunos casos de terror, a pesar de enfrentar a dos de los equipos más en forma de Europa. Porque el Real Madrid y el Barcelona se esmeraron en su tercer enfrentamiento de esta temporada para ver quién era peor desde el tiro libre, la línea de tres o cedía mas rebotes. Pero como en la Supercopa (80-90) y en la Liga (86-79), Chus Mateo salió vencedor en su particular estadística con Roger Grimau (65-64). Satoransky tuvo tres tiros libres para llevar el partido a la prórroga, pero falló en su intento en un encuentro enrarecido por los continuos fallos; y ventajas que se estiraban y se encogían como un chicle.

Deck, con 20 puntos y siete rebotes, y el francés Vincent Poirier (14 y 7) fueron los más destacados de un Real Madrid que se queda como líder en solitario. Los dos equipos llegaban con un 4-0 y la necesidad de prolongar su estado de forma hasta la excelencia. La baja de última hora de Laprovittola condicionó el quinteto inicial de Roger Grimau, mientras que el Real Madrid perdió a Yabusele, su hombre más valorado en la competición. El cuadro azulgrana entró mucho mejor en un partido guiado por los pívots. Vesely y Tavares marcaron el desarrollo inicial. El caboverdiano fue el único que entendió el contexto de arranque de un encuentro que se fue al primer tiempo muerto después del 6-14.

Primer cuarto de dominio azulgrana

Los tres de diez tiros de campo del conjunto blanco menguaron el ímpetu inicial de un WiZink que no había visto perder a los suyos en toda la temporada. Siguieron el desarollo del encuentro Bellingham, VInicius o Rodrygo, preparándose para la atmósfera del 'clásico' del sábado.

Hasta un minuto para el final del primer cuarto no llegaron los primeros puntos de Deck, el primero fuera de la pintura madridista que aportó al tanteo. La agresividad del Barça, plasmada con un gran mate de Willy Hernangómez, le permitió salir con ventaja de la primera etapa, certificada con un 12-19.

La conexión argentina del Madrid

Nada que ver con el segundo acto, que fue un partido en sí mismo. Los de Roger Grimau llegaron a ponerse 16-30 como máxima ventaja, pero el Real Madrid acabó cogiendo el ritmo del partido. Lo hizo acumulando trece rebotes de ataque que compensaban la absoluta calamidad desde la línea de tres puntos, un déficit que compartió con el Barcelona en este cuarto. En cuanto se activó la conexión argentina entre Campazzo y Deck, el partido cambió por completo de temperatura.

Los de Chus Mateo tienen una gran capacidad para dar golpes de efecto cuando parecen derrumbarse. El tránsito hacia el descanso, al que se llegó con una mínima ventaja de dos puntos (28-30), definió a la perfección el estado del partido. Sobre la bocina, Deck anotó un triple tras 15 tentativas del Real Madrid. Los nueve puntos seguidos del 'Tortuga' dejaban el partido prácticamente como al principio. El Barça estuvo ocho minutos sin anotar, hasta el punto de que tras la reanudación el Real Madrid logró ponerse por delante en el marcador por primera vez en el 32-30 tras un parcial de 16-0.

Reacción insuficiente del Barça

Tavares cargaba con tres faltas desde la mitad del segundo cuarto. Para aliviar esa carga, Hezonja y Musa se esmeraron en defensas que tenían mucho más sentido que en los compases iniciales. El Barça fallaba triples liberados, pero sobre todo tenía una vía de agua en el rebote mientras Deck no paraba de engordar su cuenta. Lo hacía desde todos los registros, contagiando a sus compañeros, pero sobre todo sometiendo a un conjunto azulgrana que se disolvía hasta encajar un parcial de 30-9 insoportable.

Los azulgranas estaban en un callejón sin salida que acabó costándole una técnica a Roger Grimau. Se llegó al final del tercer cuarto con una diferencia de diez puntos (51-41). Por las sensaciones, el Real Madrid parecía tener controladas las circunstancias del encuentro. El Barça activo el 'factor Jokubaitis' en el último cuarto para reducir la distancia y compensar la sangría de rebotes. Volvió a meterse en un partido que vivió un desenlace perfectamente encuadrado en el desarrollo del mismo. Con revisión y el equipo ganador certificando un ajustado resultado desde la línea de tiros libres.

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65 - Real Madrid (12+16+23+14): Campazzo (6), Deck (20), Musa (4), Abalde (-), Tavares (8) -cinco inicial-, Hezonja (7), Sergio Rodríguez (4), Poirier (14), Llull (2) y Rudy Fernández (-).

64 - FC Barcelona (19+11+11+23): Satoransky (10), Abrines (11), Kalinic (7), Da Silva (3), Vesely (12) -equipo inicial-, Parker (-), Jokubaitis (6), Parra (-), Hernangómez (13), Brizuela (2) y Nnaji (-).

Árbitros: Ilija Belosevic (SRB), Milan Nedovic (SLO) y Luka Kardum (CRO). Eliminaron por cinco faltas a Satoransky (min.39)

Incidencias: Partido de la quinta jornada de la Euroliga de baloncesto disputado en el WiZink Center. En la previa se guardó un minuto de silencio en memoria de Fernando Fernández-Tapias, miembro de la junta directiva del Real Madrid, y de Carlos Alfredo Guerini, ex jugador del equipo de fútbol.