Dembélé se pone a tiro: la drástica caída de su cláusula de rescisión

El extremo francés, de 25 años, renovó por dos temporadas pese a culminar su contrato el pasado verano. Asentado con Xavi, suma cinco goles y 7 asistencias en el arranque liguero

Podríamos decir que en términos deportivos, la continuidad de Ousmane Dembélé ha sido una buena noticia para el Barça. Pese a que el jugador sigue buscando su pico de regularidad, los números del arranque de temporada son positivos. Asentado a las órdenes de Xavi Hernández, el francés suma 5 goles y 7 asistencias en los 20 partidos disputados entre LaLiga y la Champions League.

La realidad en torno al francés es que, tras meses de hipótesis y de posibles equipos a los que salir, decidió firmar un nuevo contrato con el Barça. El internacional francés terminó contrato y decidió, pese al interés de otros grandes proyectos, firmar por dos temporadas más con el cuadro culé. El proyecto de Xavi gustó al futbolista, que poco a poco va demostrando sus virtudes sobre el verde y ha demostrado que a sus 25 años todavía tiene un margen de proyección muy grande.

Ahora bien, la renovación in extremis -realmente fue un fichaje porque Dembélé ya era libre- que Mateu Alemany cerró con un jugador que en su momento fichó por el Barça procedente del Borussia Dortmund por 105 millones de euros fijos más 45 en variables tuvo una condición: la bajada de su cláusula de rescisión solo en los meses de julio y agosto.

La nueva cláusula de rescisión de Dembélé

Así. Como lo lees. La nueva cláusula de rescisión de Ousmane es de 100 millones de euros salvo en los meses de junio y julio de 2023, justo unos meses antes de que -si no ha renovado- sea libre para volver a negociar su futuro con otro club.

En los meses citados la cláusula será la mitad, tal y como adelantó el diario Marca. Es decir, cualquier club podrá comprar a Dembélé por menos de su valor -fijado en 60 millones según Transfermarkt- en junio y julio. Si por asomo lo intentara el 1 de agosto su precio sería de 100 kilos. ¿Por qué? Para asegurarse el Barça un margen de maniobra -todo el mes de agosto- para poder reinvertir el dinero en buscar antes del cierre un sustituto.

En todo caso, si sucediera, el Barça sacaría un mínimo de 50 millones de euros por un jugador que se iba a marchar gratis hace una temporada.