El presidente del Hércules, Quique Hernández, acogió con cautela la propuesta realizada este pasado martes por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a las delegaciones territoriales para acabar la competición en Segunda B, interrumpida por la pandemia del COVID-19, sin que se produzcan descensos de categoría.

"Solo es una propuesta y la acogemos con mucha cautela y prudencia", afirmó el presidente del club alicantino, cuyo equipo, en zona de descenso a Tercera División, se vería favorecido deportivamente por esta decisión tras haber firmado uno de los peores años de su historia deportiva. "Vamos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos y si finalmente se confirma y se aprueba", añadió el dirigente del Hércules, quien ya señaló días atrás que lo más justo sería acabar la competición, aunque precisó que no sabía "cómo ni cuándo".

"Como he dicho siempre, lo más importante en este momento es la salud de todos y poder frenar la pandemia", sentenció Hernández, cuyo equipo es uno de los 33 conjuntos que firmaron un documento solicitando la finalización del curso.

El Hércules, a falta de diez jornadas para el final del campeonato, ocupa la antepenúltima posición, con solo dos puntos más que el colista, pero a uno de la promoción de permanencia y a dos de la salvación. El equipo alicantino, que acumulaba antes del parón cinco partidos sin ganar, dependía en todo caso de sí mismo para lograr la salvación, ya que tenía por delante varios enfrentamientos ante rivales directos.

Uno de los rivales directos del Hércules es el Orihuela, que sería otro de los beneficiados y que obviamente ve con buenos ojos la propuesta de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de dar porterminada la competición regular sin que se produzcan descensos.

Antonio Felices, presidente del Orihuela, afirmó que "me parece bien" la intención de la Real Federación Española de Fútbol de terminar la temporada en las categorías noprofesionales asegurando los ascensos mediante una promoción "express" y sin descensos. Y es que el Orihuela ocupaba la última posición en el grupo III de Segunda División en el momento que fue interrumpido el campeonato tras declararse el estado dealarma en España por el COVID'19. "Sería un alivio en lo deportivo porque a falta de diez jornadas teníamos complicada la permanencia. Es una oportunidad que se nos presenta para intentar hacer mejor las cosas la próxima temporada".

En el plano económico, el club alicantino, que no se ha acogido a un ERTE, acepta esta posible solución "porque el Orihuela se ha ajustado al presupuesto y tenemos cubierto el pago de los salarios hasta el 15 de mayo", dijo Antonio Felices. Por ello, el dirigente de la entidad oriolana considera que "lo ideal sería terminar la competición, pero dadas las circunstancias es muy complicado y esta es la fórmula menos perjudicial para todos".