Cuatro claves para acabar con la crisis

Los errores no solo lastran a los granotas sobre el césped, sino también fuera de él. La flagrante derrota contra el Granada pone en cuadro los problemas que el club debe resolver

Pereira, contra el Granada.

Pereira, contra el Granada. / JM LÓPEZ

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El contexto deportivo del Levante se encuentra en un punto dramático y de carácter insostenible. Transcurridas doce jornadas de LaLiga Santander, el conjunto levantinista no solamente ocupa plaza de descenso, sino que comparte última posición con un Getafe que ya conoce cuál es el aroma de la victoria. Los de Javi Pereira son el único equipo que no sabe lo que es obtener tres puntos del tirón, después de registrar su peor partido de la presente temporada contra el Granada, rival directo por no perder la categoría y que empieza a sacar la cabeza. Pese a la situación, dramática en todos sus puntos, existe un rayo de esperanza para revertir la dinámica, colocando el foco en el duelo del fin de semana en Mendizorroza, que se prevé nuevamente como trascendental y en el que la necesidad de ganar es urgente. Sin embargo, el trasfondo pasa por otros aspectos en los que mejorar y acertar. 

Javi Pereira, aunque no sea el único culpable, tiene el deber de acertar en los planteamientos. Ante el cuadro nazarí, el Levante falló en el esquema de inicio y le lastró en el transcurso del encuentro. El técnico nacido en Badajoz quiso rectificar en la segunda parte, apartando a Clerc de la zona central para mandarlo al lateral, colocando una línea de cuatro en defensa y dando entrada a José Campaña y Vukcevic para dar equilibrio a la medular, pero el impacto fue mínimo, además de coincidir con un 0-3 que se dio prácticamente en el ecuador de la segunda mitad. 

El '24', quien salió en la foto del gol de Antonio Puertas, fue la única noticia positiva del encuentro más gris de los de Orriols este curso debido a que, tras mes y medio de lesión, vuelve a estar disponible para su equipo. El andaluz es una de la más de diez pérdidas que ha sufrido el Levante por lesión desde que se dio pistoletazo de salida a la pretemporada. Los servicios médicos está en el centro de la diana, ya que la culpa cae sobre sus diagnósticos. El goteo de percances en forma de molestias musculares ha sido constante, pero la falta de previsión ha sido una losa. La responsabilidad pasa, sobre todo, por acertar en los diagnósticos. Que los futbolistas reaparezcan sin que haya un mínimo riesgo de recaída, al igual que el tono físico esté acorde a la exigencia de la competición. 

No obstante, e independientemente de la meritocracia a la hora de seleccionar futbolistas, el plan pasa por acertar el tiro en el mercado de invierno, última oportunidad para resolver asignaturas pendientes del verano. La falta de gol y de profundidad para atacar por bandas son los puntos sobre los que girará la próxima ventana de transferencias, aunque los movimientos que se den en las oficinas levantinistas pueden modificar la hoja de ruta dentro de la planificación. 

Son las obligaciones que tiene que resolver el Levante antes de que su momento deportivo se agrave más todavía. Las doce jornadas sin ganar no son casualidad y los puntos a corregir son visibles. El cuadro granota, pese a que queden aún veintiséis jornadas por delante, ya empieza a jugarse la vida en la élite del fútbol español, con el miedo de un descenso oteando el horizonte.