Este Levante está más vivo que nunca (0-1)

El conjunto de Javi Calleja, en plena celebración por la oficialidad de la Copa del 37, demostró que su ilusión por ascender gana fuerza tras vencer en El Sardinero y terminar con la crisis. Joni Montiel decantó el encuentro con un golazo de falta y Dani Cárdenas paró un penalti

Los jugadores del Levante celebran el gol de Joni Montiel

Los jugadores del Levante celebran el gol de Joni Montiel / LaLiga

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Dar por sentenciado, o menospreciarlo por sus vaivenes y resultados agridulces, siempre será un error si se trata del Levante, club que, a lo largo de su historia, siempre se ha caracterizado por su resiliencia y capacidad para sobreponerse a los baches. La crisis, alimentada por tres encuentros sin ganar, quedó en el olvido después de vencer contra el Racing de Santander (0-1), en un día que quedará en el recuerdo de todos los granotas después de que la Copa conquistada en el 1937 tuviera el reconocimiento que le corresponde. Rendirse, independientemente de los obstáculos, nunca fue un escenario a valorar en un Levante que vuelve a creer en ascender por la vía directa, gracias a un tanto de falta de Montiel que fue suficiente para que su equipo volviese a sentirse fuerte dentro de la categoría. Para que supiese, nuevamente, la indescriptible sensación de vencer un partido. La guinda a un día para la historia, donde el primer título granota trajo bajo el brazo tres puntos para soñar con subir a la élite.

La oficialidad de la Copa del 1937 cargó de júbilo a un levantinismo que todavía tuvo más motivos para celebrar en un sábado que se convirtió en redondo. La guinda estuvo en lo deportivo y, sobre todo, en el haber recuperado la ilusión de conseguir el ascenso a Primera División. El fútbol, que se desenvuelve según lo anímico, cambió las emociones que se respiraron en los alrededores del Ciutat de València desde que el Huesca cortó por lo sano el poderío granota en la categoría. La ilusión por competir nuevamente entre los mejores vuelve a estar latente, después de que el equipo dirigido por Javi Calleja diera argumentos sobre el terreno de juego de El Sardinero. Dominando desde el inicio, y encontrando el trayecto de los tres puntos al cuarto de hora de partido y con una auténtica obra de arte. Joni Montiel, de falta directa, quitó las telarañas de la portería defendida por Parera, para darle motivos a su equipo para lograr una victoria que peligró cuando Vicente Iborra, diez minutos antes del final de la primera mitad, derribó dentro del área a Íñigo Vicente. No obstante, Dani Cárdenas se vistió de héroe, deteniendo la pena máxima ejecutada por Pombo y llenando de fuerza a su Levante, que después de un mes sin triunfos en su casillero, vio la luz al final del túnel ante el Racing.

Javi Calleja, en la rueda de prensa previa al encuentro, reconoció que trabajó para dar con la tecla, y su esfuerzo, tanto táctico como mental, dio sus frutos en Santander. Su equipo volvió a desprender no solo sensaciones positivas, sino también mimbres de superioridad. La lesión de Sergio Postigo, a la media hora de encuentro, no descentró a un equipo que, pese a perder a su capitán por cuestiones físicas, cerró su defensa y peleó por ser más preciso en las proximidades del área contraria. Un pase filtrado por Íñigo Vicente para Baturina, que se marchó desviado por poco, fue la oportunidad más peligrosa de un Racing de Santander que apareció a fogonazos. El Levante, además de manejar los tiempos, fue capaz de interpretar cada uno de los tramos en los que se sumergió el encuentro. Sobre todo, dentro de la retaguardia, donde Róber Pier y Álex Muñoz despejaron todos los acercamientos locales.

Fue el momento de dormir el partido, de bajar sus revoluciones. A pesar de que la reaparición de José Campaña, que participó durante la última media hora del choque, predijo un Levante con más dinamismo sobre el verde. Resistir fue la prioridad, pero sin renunciar a sentenciar su actuación con una segunda diana a su favor. El propio ‘24’, tras una peinada de Bouldini y un desvío de la defensa rival, tuvo la oportunidad de anotar el gol de la tranquilidad, mientras que el Racing, impulsado por el ambiente de sus gradas, se creció con el paso de los minutos. De hecho, buscó el tanto del empate a la desesperada, aunque sin contar con uno de los principales artífices de la victoria. Protagonista después de detener el penalti de la primera mitad, Cárdenas aguantó las embestidas del Racing de Santander y mantuvo con vida a su equipo cuando más síntomas de vulnerabilidad mostró. Achicó un disparo de Cedric y sacó una mano dura a un fuerte lanzamiento de Marco Sangalli. El conjunto de José Alberto López perdió su oportunidad, y el Levante, otra vez, volvió al sitio que se merece a la espera de otros resultados. A un ascenso directo que peleará hasta el último segundo.

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