El futuro de Eva Navarro, dentro del ecosistema levantinista, dependerá de la decisión que tome la Audiencia Nacional sobre, según el Artículo 20 del Convenio Colectivo del Fútbol Femenino, las cláusulas formativas que pesan sobre diecisiete futbolistas menores de 23 años de la Primera Iberdrola. La atacante no está entrenando junto al resto de sus antiguas compañeras ya que, independientemente de que se encuentra lesionada del hombro desde principios de la segunda quincena de junio, y sin ser el único motivo, no tiene contrato en vigor ante la finalización del mismo el pasado 30 de junio, y está pendiente de la determinación de los sindicatos.

A diferencia de Ona Batlle, que puso punto y final a su etapa en la entidad de Orriols para continuar su trayectoria en el Manchester United, la atacante está a la espera de ver cuál es la sentencia procedente del juicio de la Audiencia Nacional para asignar la dirección que quiera tomar sobre su porvenir. La realidad decreta que la futbolista no desea estar atada a una cantidad económica abusiva que limite su prometedora carrera deportiva y su potestad de dirigir su camino. Sin embargo, si no hay una resolución firme, o no se suprime la barrera de los 500.000 euros, no descarta renovar con el Levante. Además, su ampliación de contrato conllevaría un aumento del 7% en su cláusula y una duplicación de su sueldo. Pero si se elimina, podrá tomar la vía que mejor considere ella con absoluta libertad.

La delantera, con un cartel prestigioso dentro del mundo del fútbol a sus 19 años, despierta interés en Francia e Inglaterra, pero sobre todo en el Real Madrid Femenino, conjunto que suspira por sus servicios desde hace un año y que ya se está moviendo, en el mercado de fichajes, sobre la posición en la que se desenvuelve. Sin descartar ninguna posibilidad, la internacional con España se mantiene al margen, pero consciente de que la decisión de la Audiencia Nacional, que es un conflicto colectivo que no solo afecta a la murciana, será transcendente en su devenir.