Opinión

Hugo Duro y Bryan Gil: dosis de oficio y sacrificio

Bryan pelea un balón ante dos defensores rivales

Bryan pelea un balón ante dos defensores rivales / JM Lopez

Hugo Duro engancha porque va de frente. No engaña. Hugo es de esas personas que las ves y reconoces el esfuerzo con solo verle jugar 60 segundos. Un minuto es suficiente. Ayer marcó y asistió pero eso es lo de menos. Con Hugo sabes que cada carrera la va a asumir como la última. Que el escudo lo va a respetar. Que Mestalla tendrá alguien a quien empujar cuando le bajen las fuerzas (si es que le bajan) y a quien ‘abrazar’ después de cada gol. Además tiene ese oficio en momentos críticos y que conectan al equipo. Un ‘10’ en casi todo.

También está Bryan Gil. Una especie en extinción. Un futbolista que levanta a la gente antes incluso de haber tocado el balón. De él se espera esa pisada, ese caño y ese detalle para dejar atrás a defensas e incluso a compañeros. De Londres a Mestalla en cuestión de días y con solo verle en el once todo el mundo sabía que iba a tener que hacer algunas ‘sentadillas’ para aplaudirle. Es un genio.