Opinión

Miguel Zorío

Peter Lim y sus gatitos: merecemos lo que tenemos

La última protesta del valencianismo en Mestalla

La última protesta del valencianismo en Mestalla / JM López

Hace tres semanas la afición del Valencia CF vaciaba Mestalla y llenaba la Avenida de Suecia, todas las plataformas anti Lim y las peñas aparecían unidas en torno al grito LIM GO HOME, todas las portavoces de los grupos parlamentarios valencianos apoyaban un manifiesto conjunto para exigirle a Meriton que se fuera, la inmensa mayoría de los medios de comunicación clamaban contra Anil Murthy y su jefe, la sociedad valenciana se negaba a participar del blanqueo de imagen que suponía la nit de Valencia, Bordalás contaba con el apoyo público y los políticos eran muy contundentes oponiéndose al estadio low cost presentado por Peter Lim y dando por caducada la ATE. Ha pasado menos de un mes, y esta ciudad que se caracteriza por tener una falla cada cuatro calles (por algo será), ha recibido a un entrenador de la tienda de Mendes como si de Ancelotti y su extenso curriculum se tratara.

Es una vergüenza que un club centenario como el Valencia CF, que no sólo ha ganado de vez en cuando partidos a los grandes de Europa en Mestalla, despida con una falta de clase inusual a otro entrenador que públicamente se ha enfrentado a la propiedad, a Meriton.

Es una vergüenza que el Valencia CF esté en la fase más importante de la temporada sin Presidente y sin Director Deportivo, y que las caras visibles del club sean el responsable de la peor escuela del Valencia CF de su historia, y el socio de Peter Lim, Jorge Mendes, que sin ninguna vergüenza ni discreción, va ofreciendo a Carlos Soler y Gaya por media Europa cuando no los representa ni tiene cargo oficial en el club.

Es una vergüenza que ahora los políticos comiencen a dudar, a buscar protagonismos exentos de rédito electoral, que se pongan de nuevo como alfombras del sultán singapurense, esperando que en este enésimo proyecto se digne a poner el dinero prometido o a terminar como sea ese estadio de pandereta, aunque después pegue el pelotazo de su vida con el viejo Mestalla.

Es una vergüenza que Sean Bai diga que va a abrir las redes sociales del Valencia CF, y todo el mundo le haga la ola y, sin embargo, todo el mundo asume con normalidad pasmosa que van a vender a Guedes, Gaya y Soler para que Lim no ponga un duro. Alucinante.

Es una vergüenza que Peter Lim filtre que está buscando Presidente y Director Deportivo de la tierra, y Tebas y Mendes tengan cola de valencianistas dispuestos a cambiar de bando por 33 piezas de plata como Judas. Por cierto, que nadie olvide que serán floreros y marionetas de Lim y Mendes, y que Miguel Zorío no dudará en denunciarlo. El dinero de Singapur manchará su valencianismo.

Es una vergüenza que se filtre que Peter Lim va a ser bondadoso con peñas, curva y otros grupos de aficionados, y que algunos puedan olvidar las faltas de respeto recibidas. Mestalla no va a olvidar quien se pasa de bando en este momento tan crítico.

Es una vergüenza, y nadie va a conseguir que me calle en este tema, contratar a un entrenador que en diez años sólo ha ganado un título, que viene de la mano de Jorge Mendes, que le pagan un 33% más que en su anterior contrato cuando lleva un año parado sin club, que la afición del Tottenham le dijo aquí no queremos a uno como tú, que el Presidente de la Fiorentina lo tiró por las comisiones que pedía Mendes por los jugadores que el quería traer, que está enfermo y tiene un pasado lleno de claros oscuros. El tiempo me dará la razón, como pasó con Lim hace 8 años.

En resumen, en estos 20 últimos días Peter Lim pone de Presidente interino a un jubilado que tuvo que dejar su empresa hace 10 años por acusaciones de abuso de los derechos humanos; pone de director deportivo in péctore a un representante que la justicia europea rastrea por sus presuntos delitos en fichajes y comisiones; pone de entrenador a un profesional que fue expulsado de su último trabajo por pedir jugadores de la tienda Mendes a precios fuera de mercado; pone en el mercado a los mejores jugadores de su plantilla como si de pescado se tratara; pone en marcha el reality show “Buscando Presidente” y media ciudad pierde la cabeza, incluido algún ex Presidente. Podría continuar, pero sólo me queda por decir: tenemos lo que merecemos, bueno lo que algunos merecen. Otros seguiremos en la lucha, la gran mayoría. He sido Vicepresidente de un club que era el tercero de España y el octavo de Europa. Y voy a luchar para que esta vergüenza termine. Amunt.

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