El club tiene que ayudar al Pipo y a sus jugadores

El club está obligado a hacer un último (o primer) esfuerzo esta semana y cerrar dignamente el mercado de fichajes

Una imagen del Valencia-Osasuna

Una imagen del Valencia-Osasuna / Francisco Calabuig

Andrés García

Andrés García

La indignación por la falta de Nacho Vidal a Gayà previa al gol de la derrota me ha durado segundos. En seguida he sentido rabia. Mucha rabia. Porque Baraja ha sentado una base con los recursos que dispone que de momento compite mucho y bien, porque estos honrados jugadores se lo dejan todo en el campo, porque la afición responde de forma incondicional como si fuera un partido de Champions y porque, en medio de todo esto, el Valencia se ha plantado a cinco días del cierre de mercado abandonado a su suerte por Peter Lim con un lastre de diez salidas y solo dos incorporaciones.

No es justo. Ni para el Pipo. Ni para su joven plantilla. Ni para el valencianismo. Necesitan ayuda y hay que dársela. El club está obligado a hacer un último (o primer) esfuerzo esta semana y cerrar dignamente el mercado de fichajes. Todo lo que no sea eso será condenar a este equipo a sufrir. Como pasó en enero en un mercado de invierno de infausto recuerdo. Que no se repita por favor. 

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