El 'Meriton' de aquí

Baraja es la única diferencia con el de allí, aunque con los fichajes queda claro que nadie es peor que Lim

Diego López, Javi Guerra y Fran Pérez posan con la bandera de España

Diego López, Javi Guerra y Fran Pérez posan con la bandera de España / VCF

Rafa Marín

Rafa Marín

Se acabó. Adiós a un mercado indigno e impropio de un club como el Valencia CF. Culpa de Lim, que solo ha dejado migajas para fichar. Pero también del Meriton de aquí, al que lo único que realmente lo diferencia del de allí es la apuesta por Baraja. Aunque tampoco les quedaba otra, no hay nada más por lo que puedan sacar pecho los del management local, encantados de conocerse a sí mismos tras firmar a la desesperada a Yaremchuk y quedarse sin extremo.

El tiempo sigue demostrando que no hay mayor garantía que la de un entrenador que conoce, siente y respeta el escudo. Es la mayor de las suertes para el Meriton de aquí y el de allí pero sobre todo para el Valencia CF. El Pipo podría ayer haber alimentado el incombustible incendio que consume al club pero en lugar de eso tragó saliva y sacó la manguera, consciente de que no iba a lograr nada. Con el alivio de que a esas horas al menos tenía a otro delantero y terminaba de soltar el lastre de Castillejo, es cierto también que se inmoló flirteando con el blanqueo y entregando algunas armas. Sin embargo, aunque con recados entre líneas, lo es también que puso por encima de todo la estabilidad de una plantilla a la que Lim ha abandonado y a la que a día de hoy le sigue faltando de todo pero no pasión ni internacionales. El regreso a la absoluta de Gayà y la convocatoria de los chavales para la sub-21 no habría sido posible sin el gran y único responsable de haberles dado confianza y después vuelo. Un éxito que es oxígeno en vena en un momento de asfixia y al que ojalá nadie tenga la desvergüenza de agarrarse para justificar una política económica y deportiva que será sinónimo una temporada de más de sufrimiento para no descender.

La rueda de prensa que Layhoon, Solís y Corona tienen que convocar a la mayor brevedad solamente tendrá sentido si es bajo dos parámetros. El primero, que Baraja se siente con ellos cual notario que da fe de que no mienten. Y el segundo, que la utilicen no lógicamente para cargar contra su jefe, que nadie espera un milagro ni que dimitan, pero sí para explicar qué narices está pasando y dejar de burlarse del valencianismo.

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