El Valencia no mentía; cuando ganamos toca basura; y... ¿pedir la dimisión de Baraja?

El bien del club ha de estar por encima de quién mande, de quien entrene o de quien juegue

Baraja

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Toni Hernández

Toni Hernández

El Valencia no mentía sobre Rafa Mir, mira por dónde. Después de volver a ganar otro partido venía el camión de la basura, estaba claro. Y lo de pedir la dimisión de Baraja… eso ya ha sido ya como pasarse el juego con los ojos cerrados. Los últimos días en el entorno de este club han sido algo muy bestias, y mira que nuestra media es alta. Somos el Valencia, EL VALENCIA, no el Meriton CF, y si eso no lo entendemos tenemos un problema más grave que Peter Lim. Mucho más. 

¿Y si era el Sevilla, y no el Valencia, quien mentía sobre Rafa Mir? Vaya por delante que la forma de actuar de Peter Lim sigue siendo igual de desastrosa, de mala y de negativa para el club: ese pasotismo y esos ‘tiempos’ son una piedra atada al cuello, por no decir que son casi de película de terror. Y lo de depender de sus ‘OK’ es ya la patada que te manda al fondo del río. 

Pero… ¿y si resulta que el club no mintió en este asunto, que dijo la verdad, y que Mir no está aquí porque el Sevilla intentó chulear al Valencia por segunda vez en unos meses y este no tragó? Tenemos un problema de credibilidad que no se remonta de ninguna de las maneras, eso lo sabemos todos, pero eso tampoco significa que todo se haga mal siempre, o que se mienta de forma sistemática. 

¿Que el Valencia tardó en dar su versión? Pues bueno, es posible y debatible, sin duda. Aunque en esto, como pasa en el periodismo, vale más decirlo todo y decirlo bien que hacerlo deprisa y perdiendo cosas por el camino. A Víctor Orta, que no tengo el gusto, le han llamado mentiroso tres veces en una semana personas distintas, algunas de la propia capital andaluza. Así que digo yo que igual en este asunto habría que conceder al Valencia el beneficio de la duda. Se quería a Rafa Mir, claro que se le quería, y además era un fichaje de consenso; y si no se dio fue por una serie de particularidades que poco a poco han ido saliendo a la luz. Nadie va a recoger cable. Eso seguro. Pero cuando hay tanta gente diciendo lo mismo igual es porque algo de verdad hay en ciertas palabras. 

Que después de una victoria (otra) vienen toneladas de basura es algo totalmente normalizado en el entorno del Valencia. El partido contra el Almería terminaba el sábado sobre las 16 horas y ya se sabía que el lunes íbamos a tener fiesta. Sólo faltaba saber la forma que tendría esa fiesta, nada más. El gran Carlos Navarro (enorme periodista al que tuve el gusto de conocer en sus comienzos) lanzaba una información sobre unas adendas al proyecto del Nuevo Mestalla que datan de abril de 2022. Un trabajo impecable y en el que toda la información es real y fidedigna. 

Lo puedo decir de primera mano porque pude verla en aquel momento, por cuestiones que no vienen al caso, y firmando una NDA de confidencialidad. Aquí la cuestión no es lo que se ha publicado ni quién ni de qué manera, sino cómo es posible que algo a lo que sólo debería tener acceso el Valencia y los políticos que estaban en ese momento en el gobierno salga a la luz. 

Sólo lanzo las preguntas, no las contesto. Eso lo dejo a la conciencia de cada uno, que yo no soy nadie para imponer corrientes de pensamiento ni formas de ver las cosas, sólo faltaba. Lo mejor de todo es que el proyecto me pareció bueno, muy bueno. A mí por lo menos. Y además es un proyecto se puede hasta cambiar sobre la marcha introduciendo más butacas en el famoso anillo de las terrazas. Son cosas para analizar con mucha calma e intentando no pensar en que Meriton es lo que es, porque al final estamos hablando del Valencia. Que a nadie (ni siquiera a los que filtran) se le olvide. 

Que se pida la dimisión de Baraja como entrenador del Valencia es ya pasarse el juego. De verdad que hay cosas que me superan del entorno de este club. Que no entiendo, que no me entran en la cabeza. Y claro, luego se me hacen bola y me pongo a pensar en ‘cosas raras’. El Baraja entrenador es lo mejor que le ha pasado al Valencia en años. En bastantes años. Y es el entrenador del Valencia, de su club, del de su ciudad de adopción, del equipo de sus hijos y de muchos de sus amigos. 

Rubén entrena al Valencia, no entrena al Meriton CF. Y tratar de hacer esa analogía retorciendo los argumentos me parece cobarde y muy peligroso. El escudo que hay en la fachada de Mestalla (aunque no sea el de toda la vida) es con el que muchos nos hemos criado, es el nuestro, el del Valencia. Y cuando los jugadores, con esas camisetas, marcan un gol, lo hacen para el Valencia. Para una entidad que, a pesar de todo y de todos, cumplirá 105 años el próximo 18 de marzo. 

El bien del club ha de estar por encima de quien mande, de quien entrene o de quien juegue. Y no comprender esto o pretender negarlo es no querer al Valencia. Si alguien se enfada por estas palabras… pues mira, ya lo siento, pero más me cabreo yo viendo cómo se pide la dimisión del Pipo, de una leyenda absoluta del club, a cuenta de una guerra que se libra en otro campo de batalla que nada tiene que ver con un campo de fútbol; que es, al final, de lo que siempre habla Baraja. Para el que le quiera escuchar, claro.

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