Cerrar los ojos no va a cambiar a nada

El primer año que cumple en el banquillo debería ser el primero de muchos. Pero se ve venir que a Baraja le quedan meses 

Baraja, imagen de archivo

Baraja, imagen de archivo

Rafa Marín

Rafa Marín

El año que este miércoles cumple en el banquillo debería ser el primero de muchos. Sin embargo, lo que de un tiempo a esta parte se ve venir es que a Baraja le quedan meses como entrenador del Valencia CF. Sobran y cada vez son mayores las evidencias. No hay esperanzas en un cambio que sería tan radical como imprevisto por parte de Peter Lim, cuyo ‘management local’ no para de hacer piruetas.

Así que ojalá lo hiciera, pero cerrar los ojos ante la realidad del futuro más inmediato no va a cambiar nada. El Pipo es lo mejor que le ha pasado en mucho tiempo tanto al club como al propio Lim. Un entrenador hecho a medida que en unas condiciones muy adversas le ha dado la vuelta al calcetín. Primero evitando el descalabro del descenso, después poniendo todo de su parte junto a los chavales para pelear por Europa y ahora, consciente del peligro de que la bola se haga más grande si él la alimenta, callando pero no otorgando.

Poco o nada tiene que ver su situación con la de hace doce meses. Y poco o nada tendrá que ganar, más bien que perder, al frente de un proyecto que no es proyecto ni es nada salvo una rueda de hámster en la que al máximo accionista solo le preocupa igualar gastos con ingresos a la espera de un rescate por el club. Triste. Aunque pertenecen a varias generaciones, una de las mejores quintas de canteranos de la historia corre el riesgo de quedarse por el camino.

Y que con ella, a sabiendas de un coste de oportunidad brutal, lo hagan parte de las posibilidades de abandonar esa mediocridad en la que chapotean bastantes y variopintos personajes. Tan liada sigue la encrucijada, con presiones hacia arriba, abajo y a los lados, que las miradas están puestas ya no en el banquillo del estadio sino en un juzgado a la espera del 1X2 en el que se ha convertido la sentencia del 6 de marzo. Todo o nada más el colofón del Pleno (al 15).

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