La sentencia a Lim para que se marche

Hace tiempo que a Lim solo le mueve el campo. Pero no lo que pasa en el que está hecho. Es su última oportunidad de negocio

Protesta de la afición contra Peter Limen la avenida de Suecia

Protesta de la afición contra Peter Limen la avenida de Suecia / JM LÓPEZ

Rafa Marín

Rafa Marín

El resultado del partido que empezó a jugarse este miércoles en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, sea cual sea, marcará un antes y un después en la historia del Valencia. Y es que de aquí a final de temporada, a menos que Baraja y sus chavales sean capaces de mantener vivo el sueño de Europa, ningún otro marcador va a ser más importante de cara al futuro. Está en juego, nada más y nada menos, que el principio del final de Peter Lim . O, por contra, el adiós a prácticamente cualquier posibilidad con la que contrarrestarlo como máximo accionista. Lim, no al menos hasta que lo condicionaron a un préstamo con CVC, nunca ha querido ponerse con el estadio. Son demasiados los informes que lo demuestran, por inoportuno que fuese el último. La caducidad de la ATE, a diferencia de la negativa a la prórroga, es un asunto técnico, no político. Y por encima de matices y votos particulares, por ahí está previsto que se resuelva el fallo. Un dictamen que Lim podría embarrar luego cuanto quiera pero que sería una sentencia para su marcha. Más allá del juego de tronos en el Ayuntamiento, o hasta en la Generalitat en vistas del Mundial, sería kamikaze gobernar tanto de espaldas a los ciudadanos de la manifestación como especialmente de la justicia. Ante un dictamen favorable, en cambio, la Generalitat estaría obligada a recurrir, en el peor de los casos incluso de cara a la galería si se llevase a la práctica esa teoría de dejar trabajar a los jueces pero ayudando lo justo. El problema sería si la ATE resucitase por sorpresa, un escenario morrocotudo para todos: Lim recuperaría el control y, aunque teóricamente a marchas forzadas, habría que cruzar los dedos para que no le diese tiempo a consumar y consumir su objetivo. Hace tiempo que lo único que le mueve para no marcharse es el campo, pero no el que está hecho sino el que a cambio de hacerse sin que a él le cueste nada estaría su última oportunidad de negocio.

Suscríbete para seguir leyendo