Polina Berezina y Alba Bautista estarán en los Juegos Olímpicos de París 2024

Pleno de la gimnasia rítmica española en París 2024. El Mundial de València catapultó este jueves hasta los Juegos Olímpicos a Polina Berezina y a Alba Bautista, al conseguir dos de los catorce billetes individuales que se repartían en Feria Valencia. No sin sufrimiento. Con dos grandes ejercicios de la de Guardamar del Segura, con los que se logró meter en la final de mazas de esta noche, y por muy poco no entró en la de cintas, y suspense en el caso de la turolense, penalizada por varios errores en sus ejercicios. Además hay que celebrar la clasificación de ambas para la final del 'all-around' del sábado. Las dos deportistas del Proyecto FER acompañarán a París al quinteto que entrará en acción este viernes con el objetivo el podio, pues el billete a los Juegos ya lo sellaron hace un año, con el bronce en el Mundial de Sofía.

Alba Bautista y Polina Berezina arrancaban la tercera y cuarta rotación de este jueves para completar el ‘all-around’ en sexto y séptimo lugar respectivamente. Bien posicionadas para alcanzar alguna de las catorce plazas olímpicas a París 2024 que se otorgaban en València. Había que acabar entre las catorce mejores, o incluso las diecisiete, si Bulgaria, Italia y Alemania, que ya tenían asegurada uno de los dos billetes por país, finalizaban por delante.

Final de infarto

Sin embargo, en la delegación española hubo alegría y drama. Felicidad por Polina Berezina, que cumplió en un ejercicio de cinta que la situaba octava de la general, y matemáticamente clasificada, por lo que podía permitirse incluso un tropiezo en el último de mazas. En cambio, la campeona de España Alba Bautista, que el miércoles se había clasificado sexta para la final de aro, en la que concluyó séptima, tuvo varios errores con la cinta que le penalizaron y le hicieron caer a la vigésima posición provisional.

Una decepción que aún podía subsanarse con las mazas, pues solo cuentan para la clasificación olímpica los tres mejores ejercicios, descartando el peor de los cuatro. Pero a pesar del apoyo y los ánimos de todo el pabellón, la turolense de 21 años, que como Polina está entrenada por la castellonense Marta Linares, tuvo dos caídas con las mazas. Alba Bautista abandonó la pista entre lágrimas. Justo al revés que el día anterior, cuando sus golpes al tapiz al concluir sus ejercicios exteriorizaban la sensación del trabajo bien hecho.

Pese a todo, estaba decimoquinta. No estaba todo perdido, y así se lo hacían saber sus compañeras Polina Berezina y las cinco del conjunto que entrará en acción mañana, que seguían atentas las pantallas esperando la clasificación final, decimosexta, y el doble premio que por fin se produjo cuando se confirmó el billete de ambas para París y para la final del sábado. «Sí, sí, sí, nos vamos a París», era el cántico con el que desataron toda la tensión. En ese mismo momento Polina Berezina veía cómo las esperadas dos finales de la noche se quedaban en una, al ser desplazada de la octava a la novena posición en cinta. En mazas acabó sexta. 

Tanto Polina como Alba debutarán en sus primeros Juegos Olímpicos en París, a los que España vuelve a lo grande tras la ausencia en Tokyo 2020, y con el objetivo de acercarse, por qué no, a la plata que logró el conjunto en Río 2016 y que supo a oro, con las valencianas Alejandra Quereda y Elena López en el equipo.

"Nuestro sueño cumplido"

"Estamos trabajando juntas tanto tiempo y que hayamos pasado las dos es increíble. Yo he pasado por los pelos", explicaba Alba Bautista, "pero porque lo he hecho bastante mal, menos mal que lo hice bien el miércoles". "Ha sido un camino muy difícil pero estamos supercontentas de haberlo logrado. El objetivo principal está cumplido, y era nuestro sueño. El sábado no sé ni cómo vamos a competir...", añadía Polina Berezina.

Las dos coincidieron en las emociones de no saber hasta el final si esa segunda plaza se conseguía o no. "Ha sido aterrador", decía Alba. "Estábamos todas esperando clasificación de Alba, y cuando hemos visto que estaba dentro hemos saltado de alegría. Nos vamos todas a París, en conjunto y las dos individuales", agregaba Polina.

La clave para ambas ha sido el apoyo de la afición, en un Mundial en casa. "Es increíble. Toda esta gente que ha venido a vernos nos da mucha energía y estamos muy agradecidos. Es un sueño, la verdad. Yo no luchaba por la clasificación de Tokyo porque era más pequeña, pero sabíamos que este año era el nuestro y era nuestro objetivo. Y nada, que nos vamos a París", concluía Alba, toda felicidad, ya olvidado su desconsuelo anterior tras las puntuaciones.

"Competir en casa es alucinante, tenía los pelos de punta, no me enteraba de la música. Es una locura lo de ahí dentro, es inimaginable lo que se siente al pisar este tapiz, con el público español, la afición nos ha ayudado a luchar hasta el final por ese sueño que que tenemos todos", explicaba Polina. "La clave está en el trabajo en equipo, todos juntos han estado apoyando y luchando por un sueño olímpico, y eso se ha visto este año con los resultados. Lo que he disfrutado este año no se puede describir con palabras. Una locura, impresionante. Volveríamos a vivir esto una y otra vez", concluía.