Campanar

Los propietarios encargarán un peritaje para valorar la reconstrucción del edificio incendiado en Valencia

Los dueños de las viviendas calcinadas en Campanar recurrirán a una firma ajena a la compañía de seguros del edificio que determine el alcance de los daños estructurales

Si el valor de la reconstrucción superara los 13,2 millones, "se declararía la ruina y quedaría extinguida la comunidad"

Claudio Moreno

La comunidad de propietarios del edificio siniestrado en el incendio de Campanar, en Valencia, encargará un peritaje independiente –ajeno a la aseguradora de la finca– que determine el alcance de los daños y a partir de ahí valorar a cuánto ascendería el coste de la reconstrucción del edificio en el mismo lugar. Los propietarios están organizándose en torno a servicios de mensajería y por correo electrónico y han recibido varias propuestas para realizar esta peritación, de modo que en los próximos días debatirán sobre las mismas y tomarán un acuerdo.

Según ha explicado la administradora de la finca a este periódico, de la reunión de afectados del sábado 24 de febrero salieron dos conclusiones unánimes: la necesidad de constituir una asociación de propietarios y la intención de contratar un peritaje para valorar hasta qué punto es posible reconstruir las torres que acaban de perder, en la calle Maestro Rodrigo con la Avenida de General Avilés. 

“Todos los que asistieron a la reunión estaban de acuerdo en encargar la prueba pericial independiente de la que haga Mapfre para el edificio o cada compañía de seguro de hogar de las viviendas. Para contratar ese peritaje necesitamos recaudar fondos”, explica la administradora de la finca calcinada. “A nosotros lo que nos interesa es reconstruir el edificio, queremos recuperar nuestro entorno, nuestro barrio”, la también propietaria de una de las viviendas

La idea roza lo inverosímil, de hecho otros propietarios consultados dudan de que la reconstrucción sea factible. Pero la actual administradora del edificio insiste en que hay que ser prudentes y dejar trabajar a los técnicos de su elección: “Necesitamos conocer el alcance de los daños y saber cuánto nos costaría reconstruir el edificio. Conocer si tal como se ha quedado es seguro. Saber si ha penetrado en las varillas de las columnas y si la estructura de hormigón está afectada. Tenemos un esqueleto, no hay más”, lamenta. 

Y aprovecha el foco mediático para reclamar que la desbordante solidaridad recibida estos días en el barrio de Campanar se contagie en contextos diferentes. “Estoy convencida que en España hay una empresa constructora que esté dispuesta a reconstruir este edificio, pero cumpliendo la normativa y haciéndolo en condiciones, y nosotros le haremos la oportuna publicidad si hace falta. La desgracia ya ha ocurrido, quizás tomen conciencia de esto y hagan las cosas mejor”.

Las viviendas no existen, "están diáfanas"

Según ha confirmado a la agencia EFE el presidente saliente de la comunidad -hubo un cambio anterior al siniestro-, que ha recibido información de los Bomberos y la Policía Judicial, el interior del inmueble está destruido al extremo de que las viviendas "no existen, están diáfanas, y la estructura ha soportado muchísima temperatura".

"Estamos mirando la documentación de la que disponemos, porque no es normal la forma en la que ardió el edificio. Había algún producto muy inflamable, no es normal", insiste este propietario, que admite estar atravesando una "montaña rusa emocional". Por el momento, se desconoce el momento a partir del cual se permitirá la entrada de peritos al edificio.

Otro de los propietarios ha explicado este domingo a EFE que esperan que se declare la ruina del inmueble, bien porque sea imposible su reconstrucción, bien porque el coste de la reparación sea superior al 50 % del valor del edificio -sin contar el suelo- que, como consta en la póliza a la que ha tenido acceso EFE, asciende a 26.511.000 euros.

En ese caso, si el valor de la reconstrucción superara los 13,2 millones, "se declararía la ruina y quedaría extinguida la comunidad", ha precisado este propietario.