Cara derrota ante el Barça y enfermería llena

Muy caro le salió el partido al Valencia Basket ante el Barça. Y es que al margen de la derrota, el equipo taronja fu acumulando adversidades ya que perdió durante el mismo a Martin Hermannsson y Mike Tobey por problemas en la pierna derecha e izquierda, respectivamente. Con las bajas de inicio de Bojan Dubljevic y Sam Van Rossom, la preocupación ahora es máxima con estas dos nuevas lesiones de cara al encuentro del jueves ante el Bayern Múnich en la Euroliga. Otra final más en la lucha por el Top-8 y cuya preparación durante la semana se antoja complicada con la enfermería tan llena.

Estrenó Labeyrie el marcador en el primer ataque, a lo que siguieron un cúmulo de errores e imprecisiones en ambos conjuntos que lo dEjaron estancado durante varios minutos (2-0; min. 3). No sería la constante del encuentro. Al menos en cuando a los visitantes se refiere. Mucho más le costó al Valencia Basket, al que las pérdidas de balón y la falta de fluidez ofensiva le penalizaron mucho ya desde el inicio (4-9; min. 5).

El encuentro comenzaba a ponerse peligroso, pero los locales supieron reaccionar a tiempo con un parcial de 8-2 que coincidió con las primeras rotaciones de Ponsarnau (12-11; min. 7). Apenas fue un espejismo. La defensa era lo que mantenía al Valencia Basket en el encuentro, pero sólo con eso no iba a ser suficiente ante un Barça que cada vez encontraba más y mejores situaciones para anotar (14-17; min. 10).

Hermannsson, que había jugado poco más de dos minutos, ya había dejado el partido por entonces pero, afortunadamente, el equipo de Sarunas Jasikevicus perdonó la vida a los valencianos. Expertos tiradores como Mirotic, Kuric o Abrines dispusieron de varios triples librados que hubieran decantado por completo la balanza, pero erraron. No castigaron los de La Fonteta a la primera, pero sí en el momento oportuno para poner las tablas con un triple de Labeyrie (17-17; min. 12).

Pero la sensación era que los de Jaume Ponsarnau se mantenían en el encuentro gracias a los errores ofensivos de su rival. Por ello, en cuanto hombres como Abrines -11 puntos al descanso- empezaron a ver aro con cierta fluidez la balanza se desniveló. Primero con un parcial de 1-9 (18-26; min. 15) aprovechando la ausencia de bases taronja sobre la pista -Vives cogía aire en el banquillo-, y luego aprovechando la irregularidad de un Valencia Basket que se aferraba al choque como buenamente podía con los puntos de hombres como San Emeterio, Tobey o Sastre (29-41; min. 20).

Afortunadamente, el paso por los vestuarios le sentó mucho mejor al Valencia Basket. Mucho más intenso, más directo y con las ideas más claras en ataque, los taronja se metieron de nuevo en el encuentro y generaron las primeras dudas en el cuadro catalán. Y más tras un triple de Klemen Prepelic que certificaba un parcial de 14-4 para los locales (43-45; min. 27).

Reaccionó el Barça con dos rápidos triples de Claver y Abrines (43-51; min. 27), pero por entonces los ojos estaban puestos en un Tobey que se dolía de su muslo derecho y tenía que ser atendido en el banquillo. El pívot norteamericano ya no volvería tampoco al partido. El equipo lo acusó llegando al último acto con una desventaja de 11 puntos (47-58; min. 30).

Con el partido cuesta arriba, los árbitros se encargaron de acabar de desnivelarlo con una discutible antideportiva a Pradilla, y lo que es peor, una técnica a Jaume Ponsarnau cuando el que llevaba la mayor parte del partido protestando estaba siendo Jasikevicius (53-67; min. 33). Ver para creer. El orgullo y los triples de Marinkovic hicieron que el Valencia Basket lo siguiera intentando, aunque sin opciones reales de remontada. Abrines las había derribado desde el 6,75 (7/9 en triples) y 23 puntos.

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