Como Claudio López o David Villa, el de Pablo Piatti es uno de esos fichajes que gustan al valencianismo, que podrán rendirle homenaje esta tarde, a las 19:00 horas, en el Monasterio de El Puig en su presentación oficial. Es como si realmente existiera una especie de memoria colectiva que a modo de duendecillo de la conciencia o la historia, avisa a todos y cada uno de los aficionados blanquinegros de que este tipo de futbolista termina triunfando en Valencia, que conviene recibirlo con los brazos abiertos. El jugador rápido, directo, vertical y resoluto gusta en Mestalla y llega a los valencianistas, pero no resulta fácil explicar por qué. Probablemente sea porque poseen eso que los flamencos llaman 'tener duende', y seguramente será por eso que los argentinos, tan dados a los sobrenombres, llamaron DUENDE a este pequeño pero endiablado jugador de fútbol.

Pero ¿cómo juega el Duende Piatti? ¿Qué sistema de juego le va mejor? ¿Qué hace bien y qué no hace tan bien? ¿Qué tiene que mejorar para convertirse en un par de temporadas en el icono que para el valencianismo fueron en su momento David Villa o Claudio López?

De entrada gusta su perfil; el de un jugador con hambre, que viene de un equipo en el que ha ganado en experiencia y conocimiento de la Liga española. Como Soldado en Osasuna y Getafe, se puede decir que Piatti ha hecho la mili en Almería y que llega al Valencia en el momento justo para explotar todo aquello que se le ha intuído en el conjunto andaluz; velocidad en el juego, cambio de ritmo, desborde en el uno contra uno y goles —su cifra de ocho tantos en un equipo como el Almería y no jugando de delantero no está nada mal—. Fundamentalmente, lo que tiene que mejorar Piatti es que no es lo mismo llevar el 11 en el Almería que el 7 en el Valencia, es decir, si en el Almería ya demostró que ofrecía lo mismo dentro que fuera de casa, ahora tiene mostrar lo mismo pero en Old Trafford… Es el salto de calidad definitivo en su carrera.

Le gustan los espacios

Explicado queda que el Valencia ha fichado a un jugador con hambre y con enormes ganas de crecer, ahora toca encajarlo dentro de un sistema de juego. Para empezar hay que decir que estamos ante un tipo que es mejor futbolista de lo que dicen las estadísticas; perfecto para el contragolpe, —lo primero que se destaca de él es un velocidad porque es una auténtica bala—además se mueve perfectamente entre líneas, de hecho, hasta su llegada a la cantera de Estudiantes su puesto era el del ya típico enganche argentino. En La Plata se preparó para jugar en la banda, pero sigue sabiendo leer con inteligencia los espacios y no solo para él, también para sus compañeros. Y ahí está el gol que le dio a Corona en el Camp Nou al contragolpe.

Piatti puede jugar por dentro y por la banda, está preparado para ello porque en Estudiantes de la Plata, con Simeone de entrenador y un equipo muy 'a la europea' —con un 4-4-2— que ganó la Liga, se acostumbró a la exigencia de tener toda el carril izquierdo para él. En el Almería ha actuado también en la derecha, si bien en un sistema de 4-3-3, ante la presencia de Crussat. De he hecho, en la diestra se muestra más peligroso cuando entra en diagonal y busca portería. En la izquierda desborda de manera natural y suele buscar el pase de gol. Es complicado hablar de verdades absolutas, pero posiblemente para jugar en banda, le vaya mejor el sistema de 4-3-3.

Si Piatti apunta mucho desde la banda, lo cierto es que para jugar por dentro, hay un puesto que parece pensado para Piatti, el de segundo delantero en un 4-2-3-1. Su puesto sería algo así como por detrás de Soldado, con Pablo a su derecha, Mata a su izquierda y con un doble pivote por detrás formado por Topal/Albleda y Banega/Tino. De segundo delantero, hasta maneja el juego de espaldas con su menudo cuerpo aguantando muy bien el balón —suerte que los futbolistas argentinos dominan como pocos—, tocando y saliendo a la contra con una endiablada rapidez y verticalidad que recuerda tanto al Piojo López, que mejor no dejar volar la imaginación…