El Espanyol siempre es sinónimo de cambios para el Valencia CF. No hace falta remontarse a aquella noche mágica de Montjuïc en la primera Liga de Rafa Benítez de 2001. Lo fue sin ir más lejos esta temporada. El Valencia de Voro tocó fondo en El Sadar y empezó a espantar los fantasmas del descenso ganando 2-0 a los de Quique. En Mestalla y cuatro meses después como local. También significó un punto de inflexión el Valencia-Espanyol del año pasado que remontó la grada de Mestalla y puso fin a una racha de doce partidos sin ganar a las órdenes de Neville. La historia se repite. El Espanyol se cruza en el camino en medio de una semana de cambios. Con la confirmación oficial de que Marcelino García Toral será el nuevo entrenador la próxima temporadaMarcelino García Toral y Voro González ocupará el cargo de adjunto a Mateu Alemany en la dirección general. Todos miran al nuevo proyecto 2017/18. También tendrán que demostrarlo hoy los jugadores sobre el césped porque, como no podía ser de otra forma, el futuro del Valencia empieza en Cornellà.

Y será así porque Marcelino va a estar muy pendiente de lo que suceda hoy. El asturiano conoce bien la plantilla porque fue uno los candidatos a tomar el relevo de Ayestaran en el banquillo del Valencia. Hoy, tomará nota de la actitud y el rendimiento de los jugadores desde la televisión de su casa con un doble objetivo: recabar más información y pulir su lista de necesidades y descartes del nuevo curso. Un esbozo de equipo que ya ha comenzado a dibujarse durante los últimos días. Mateu, Alexanko y el propio Marcelino han aprovechado las negociaciones para ir perfilando la futura plantilla. Un nuevo Valencia que se construirá sobre los cimientos asentados por Voro a lo largo de los últimos meses. El de l’Alcúdia ha sido el encargado de marcar el camino con sus decisiones. Como la de dejar claro que los Mario Suárez, Siqueira, Bakkali y Santos no tienen cabida. Los cuatro suelen ser descartes habituales en las convocatorias de Voro. Ayer solo se salvó el último obligado por la lesión de Abdennour. O como la de dar un rol importante a los canteranos Carlos Soler y Toni Lato o gente de la casa llamada a asumir responsabilidades en breve como Gayà o Jaume.

No es casualidad que muchos de ellos formen parte del último once visitante de Voro. Jaume, por ejemplo, estará bajo palos en una nueva oportunidad para reivindicarse. El partido de hoy solo se entiende con vistas al futuro. Pocos más alicientes quedan. El orgullo de acabar la temporada con buen sabor de boca y el pellizco económico que supondría acabar la liga en undécima posición, lo máximo tristemente a lo que puede aspirar el Valencia a falta de dos jornadas. El Málaga con dos puntos más en la tabla de clasificación y el Celta de Vigo, con uno, son los ‘rivales’. Aunque, eso sí, quizás la mayor motivación de los jugadores sea dar las "gracias" a Voro en forma de victoria. El técnico que les rescató del drama en el que vivían instalados por los malos resultados a comienzos del mes de enero, la destitución de Pako Ayestaran y las dimisiones de Cesare Prandelli y Suso García Pitarch. Afortunadamente todo eso forma parte ya del pasado. Hoy comienza el futuro.