"La sensación del equipo desde dentro es que no está roto, que no está dejado, que no hay descontrol como en otras épocas... hay un rumbo claro. No estamos al nivel esperado, pero no queda otra, hay que seguir hacia adelante y no desviarnos de lo que es la unión del grupo".

Son palabras de Rodrigo Moreno, uno de los líderes de este Valencia CF, una de las figuras fundamentales y uno de los futbolistas marcados en esta crisis. En mitad de la tormenta, el delantero frena en seco la psicosis. Desde dentro reclama confianza y un poco más de tiempo, dos cuestiones imposibles en el fútbol... pero necesarias ahora mismo para salir de esta delicada situación.

En el club y en el vestuario tienen claro que este mal momento nada que ver con otros episodios anteriores, como los sufridos con Cesare Prandelli, Pako Ayestaran o Nuno Espírito Santo. Rodrigo estuvo en todos. El club tiene ahora músculo suficiente para amortiguar la crisis. El vestuario -jugadores y cuerpo técnico- es consciente de que el camino para encontrar la luz al final del túnel pasa por el compromiso común y la cooperación.

Hay factores futbolísticos. El Valencia CF ha perdido fuerza en todo lo que era fuerte: transiciones, área propia, área rival y centro del campo. No se distingue el estilo y la identidad de Marcelino. Las dudas se lo han comido. El equipo que representaba con fidelidad absoluta el abecé del míster asturiano se ha perdido. Toca hacer un reset, recordar todo aquello que funcionaba, corregir los defectos y abrir camino a nuevas soluciones.

¿Cómo? Es fundamental recuperar la química perdida. Las parejas y las sociedades que la temporada pasada ayudaron a volar ahora no conectan. Sucede con Parejo y Kondogbia, con Parejo y Rodrigo, con Guedes y con Rodrigo... Los protagonistas se repiten y no están en su mejor momento. El ciclo bajo se ha alargado más de lo esperado, y todo pasa por recuperar la mejor versión de todos sus líderes.

Parejo y Rodrigo son los hombres bisagra de centro del campo y ataque. Marcelino está seguro de que cuando estén a su nivel -normal- el Valencia volverá a ser el Valencia. Luego están Guedes, Garay y Kondogbia, que han faltado muchos partidos por problemas físicos y son determinantes.

Sólo Neto y José Luis Gayà han mantenido o elevado el rendimiento de la temporada pasada. Los dos han rescatado al equipo en los últimos partidos. El mejor Valencia no se entiende sin Kondogbia, la dimensión y el orden de la defensa son otros con Garay y el ataque intimida y aumenta su capacidad de agresión con Guedes. No han coincidido y ha faltado continuidad.