Competir para el Valencia CF no es lo mismo que hacerlo para el Getafe CF. Es un salto. Competir cuando te hacen sentir importante y eres una de las apuestas fuertes club tampoco es lo mismo que hacerlo cuando te falta continuidad y no tienes confianza. El desequilibrio es evidente y explica el rendimiento -positivo- que está ofreciendo Nemanja Maksimovic. El míster alicantino habló maravillas del ex valencianista: «Nos está dando mucho equilibrio, se está adaptando bien al equipo, tiene energía y es muy ordenado». Esas palabras confirma su rol protagonista. En verano, la entidad madrileña invirtió cinco millones de euros en el serbio, que ya se ha asentando en el bloque habitual de su selección.

Maksimovic siempre buscó ese contexto. Al Valencia llegó desde el Astana, tras un semestre de inactividad y le costó arrancar. Después, siempre cumplió. No demostró nada especial, pero cometió pocos errores. En invierno del año pasado buscó una cesión para ganar ritmo y fútbol, pero Marcelino no le dejó salir (con lógica); le convenció prometiéndole unos minutos que después no le pudo dar, salvo en la recta final. Se quedó sin opción de Mundial...pero no guardar rencor. «El partido será especial, pero quiero ganar como en todos los partidos».

La misión de Coquelin y Kondo

CoquelinMaksimovic llega al partido como mejor jugador del Getafe en el mes de octubre, así ha sido reconocido esta semana. Tiene mérito atendiendo al nivel de Antunes, Damián, Djené, Bruno o Arambarri, con el que forma una dupla muy sólida. El Valencia va a tener un examen competitivo potente. Como sucedió ante el Young Boys, con Djibril Sow y Sékou Sanogo, el papel de Coquelin y Kondogbia es esencial para dominar, por músculo y por juego. La sala de máquinas también pasa la prueba del algodón.