Javi Gracia y su cuerpo técnico están dándole vueltas a la posibilidad de cambiar el sistema. Tiene sentido y probar la tecla no es una mala señal. Nada de lo que han intentado con 4-4-2 o 4-2-3-1 ha cuajado de forma rotunda entre vacíos en la estructura y bajas puntuales. El míster es consciente de que el equipo está reclamando soluciones y de que toca dar en el clavo. Toca ofrecer respuestas ante las dudas. Precisamente, esa capacidad para reajustar, adaptarse y amoldar planteamientos forma parte de su esencia como entrenador. Gracia siempre ha destacado por la preparación de los partidos, por sus modificaciones y sus variantes dentro de una identidad base, que aquí sigue por asentar. Por las circustancias, esa habilidad no se ha visto en el Valencia CF, pero es un apecto que siempre ha manejado perfecto.

En pretemporada hubo poco margen para el prueba-error, pero ya experimentó con una línea de tres centrales y dos carrileros. Después, ha sido conservador a la hora de mover la estructura, con la intención de que los jugadores estuvieran cómodos y pudieran manejarse desde un sistema aprendido. El problema es que sin Garay, sin Parejo, sin Coquelin, sin Rodrigo y sin Ferran, el efecto no ha sido el mismo. Sobre todo, se ha echado de menos un organizador y un jugador de enlace, pero por el aire saltó el triángulo de seguridad defensivo, el compañero que hacía mejor a Gabriel y el articulador del ataque. Todo eso es lo que ha buscado, sin dar con la tecla.

Un equipo difícil de reconocer

La plantilla no es perfecta, pero los rivales nunca la hacen de menos. Otra cuestión es que Javi Gracia tenía otra expectativa y que cuenta con futbolistas a los que no ve para ser titulares en un Valencia ideal. Pese a todo, hay soluciones: invertir en Kang In es una opción y también lo es insistir en Carlos Soler. Gracia siempre tuvo presente la opción de evolucionar hacia el 4-3-3 a través de Soler (interior), incluso hacerlo jugar como 10, por detrás de un delantero. La recuperación de Maxi puede ayudar a resolver el rompecabezas. Lo mismo que Kondogbia, al que se espera seguro en condiciones competitivas -no ideales, pero sí mejores- ante el Madrid.

La columna que no vertebra

El objetivo ante el Getafe es provocar una reacción inmediata que impulse una configuración más competitiva. En siete jornadas, Gracia ha presentado siete once titulares distintos, un par de aciertos y varias pruebas fallidas. No ha repetido, aunque tampoco ha sido sencillo hacerlo. Ha faltado continuidad -en todos los sentidos- y eso sí que no tiene lectura positiva. El movimiento constante en las alineaciones ha tomado forma de rendimiento en picos de sierra, de falta de garantías, de identidad difícil de descifrar, de virtudes tibias. Los minutos dibujan una columna vertebral a la que se ha sumado Soler, pero de la que ha caído Kondogbia. El nivel de Gayà, Gabriel, Wass y Maxi es esencial para ir incorporando piezas a partir de ellos.

Entre el Derbi de la primera jornada y la visita a Balaídos sí hubo un principio de continuidad: salió Mangala y entró Diakhaby por la lesión de Eliaquim ante el Levante. Después han habido siempre tres movimientos como mínimo, de jornadas a jornada. La sucesión Huesca-Real Sociedad-Betis en siete días mezcló gestión de esfuerzos y no aciertos. La involución ha terminado en un equipo impresible, difícil de reconocer, pero no por los nombres sino por su identidad. El equipo de la segunda parte ante el Levante o del Reale Arena no ha vuelto a aparecer y eso es lo preocupante más allá del movimiento de nombres.'Liberar' a Guedes y a Kang In

No hay dos equipos titulares iguales, ante el Getafe se espera el octavo distinto, con la vía abierta del cambio de sistema. Javi Gracia está circulando para generar ventajas y resolver cortocircuitos: Guedes como delantero, Lato-Gayà en la banda izquierda... Hasta ahora, la apuesta por Thierry Rendall le está dando oxígeno y la posibilidad de apuntalar el centro del campo con Wass. Hay mucho trabajo entre defensa, zona axial y carriles externos. Ataque y centro del campo no conectan, falta una pieza de engarce y eso daña las bandas y la salida de balón. Una misión para la que asoma Kang In y para la que han dejado de contar Racic y Esquerdo.

Guedes estuvo seco en Elche como segundo punta y Kang In se ha ganado una oportunidad... Es difícil acoplarlos a los dos lejos de las responsabilidades de la banda y mezclarlos con Maxi en 4-4-2 o 4-3-3. Es difícil, pero no imposible si se abre la vía de los carrileros a toda banda, con tres centrales, como en esa prueba de pretemporada (con Gayà con metros para llegar, con Thierry, con Jason). Tienes los jugadores y tendrías Kang In -mediapunta- más Guedes más el killer uruguayo. La sensación es que, con Diakhaby lesionado, el míster va a mantener la línea de cuatro en defensa. Incluso, puede que no se produzca cambio de sistema. Queda margen y el cuerpo técnico está pendiente de examinar sensaciones. Gracia va a por su octavo equipo y el adversario deja poco margen para el error: Bordalás y su Getafe. La clave está en tener las ideas claras.