El fútbol y la llegada de Alessandro Florenzi en el mercado de invierno machacan la realidad: el Valencia debió traer un refuerzo de rendimiento inmediato para completar el lateral derecho tras la lesión de Cristiano Piccini. La mezcla Daniel Wass más Thierry Correia no era solución suficiente para una temporada con la exigencia de Liga más Liga de Campeones. El portugués llegó muy verde desde Sporting. Los responsables lo sabían o deberían haberlo sabido y asumieron los riesgos... No era el prototipo de chico que encaja con Marcelino. Para Celades también estaba tierno. El guion de la película pasaba por integrar a Thierry y hacerlo crecer desde un contexto de estabilidad estructural, confianza y programación; condiciones que no ha tenido hasta el desembarco de Javi Gracia. El orden del míster navarro y su sensibilidad -también la necesidad, por supuesto- han devuelto al joven jugador (21 años) a la casilla de salida, pero con un año de adaptación y una pretemporada completa aquí, que el verano pasado no tuvo y que le hubiera ayudado a entrar mucho más seguro en competición. El club ha decidido renovar su apuesta (fuerte) por Correia fundamentalmente por eso.

Los objetivos con Rendall Correia siempre han pasado por el medio-largo plazo, por moldear su materia prima e ir dando forma a un proyecto de jugador con unas condiciones físicas por encima de la media y con una base técnica interesante para la posición. Thierry venía con menos de 500 minutos en el primer equipo de Sporting, pero la referencia era otra: su recorrido en categorías inferiores y su presencia como miembro de una generación tremenda para Portugal, campeona de Europa Sub-17 y Sub-19 con Portugal. Los 'miudos' de 1999, como Diogo Leite, Joao Félix o Francisco Trincao.

Rapidez, llegada, potencia

Thierry advirtió un principio de evolución y mejora en pretemporada. En Balaídos confirmó las sensaciones, positivas. El momento del partido le beneficiaba -abierto a la carrera- pero también le exponía. Javi Gracia reconoció el valor de esos 23 minutos en rueda de prensa: "Teníamos que ir a por el resultado, arriesgar con las subidas y la fuerza de Thierry con una banda más rápida y más fresca". El míster subrayó sus virtudes, consciente de que lo imprescindible pasa por darle orden, táctico y emocional.

Aumentar el nivel de la plantilla no sólo pasa por los fichajes, también está en potenciar un salto en futbolistas que han sufrido o se han desconfigurado y que sí pueden aportar a temporada completa, con la ayuda de figuras de experiencia en puestos clave de la estructura. En ese sentido, Thierry tiene el respaldo de Wass, hombre de garantías. Dentro del rompecabezas de la plantilla, el lateral derecho es una posición cubierta, salvo sorpresa.

Trabajo individual, específico

El cuerpo técnico trabaja para aumentar el rendimiento mínimo del bloque -en general- y de algunos jugadores en particular, jugadores que han sido víctimas de la inestabilidad o de su propio proceso de maduración. Thierry Correia es uno. Mouctar Diakhaby, otro. Los dos tienen potencial, los dos tienen cualidades para sumar y con los dos se están trabajando aspectos específicos; se está haciendo un trabajo indivualizado de análisis táctico y control emocional. La finalidad es que puedan dominar la escena y crecer desde la seguridad, desde la confianza. Esos minutos de Thierry en Balaídos -atrevido, suelto, seguro en los duelos y liberado de presión- son el resultado de la misión.

El equipo lo va a necesitar

La temporada pasada, Thierry no pudo resarcirse de los errores, de una mala segunda parte ante el Getafe y de la pesadilla de El Sadar. La necesidad del equipo, los 12 millones de su fichaje, el vértigo producido por el salto de Portugal a LaLiga, el Valencia, València, Mestalla, el examen constante, la crítica carnívora... Llegó con carencias, pero ese marco ha doblado a futbolistas con trayectoria y con cien partidos en la élite. El año pasado no pudo aportar. En los próximos meses, todo lo que sume será bienvenido pero desde un ambiente de presión cero. La responsabilidad es para Daniel Wass. Thierry tiene que trabajar, mejorar su toma de decisiones, su balance defensivo y asentarse. El portugués tiene condiciones para progresar y el tramo final ante el Celta es muy bueno para él: una asistencia de remate, un regate, tres despejes, una entrada. El equipo lo puede necesitar en algún momento de la temporada y tiene que estar listo. Esa es la primera base.