Mestalla y el minuto de la resistencia

La afición tiró del carro para ayudar al equipo a lograr un épico empate y las protestas contra la gestión de Lim en el minuto 19 fueron mayoritarias

La afición protestó contra la propiedad del Valencia CF sin dejar nunca de animar a su equipo.

La afición protestó contra la propiedad del Valencia CF sin dejar nunca de animar a su equipo. / Francisco Calabuig

Pau Pardo

Pau Pardo

Mestalla volvió a ser un hervidero y se convirtió en el jugador número 12 del equipo, jugando un papel clave para que se consiguiese un épico empate en el descuento. La afición estuvo hasta el final con sus jugadores, interpretó de maravilla su poder de intimidación sobre el rival y también prestó su aliento a la lucha de los futbolistas por puntuar.

Pero también dijo basta contra la gestión de Meriton Holdings al frente de la entidad y a lo largo del partido le mostró su malestar de forma claramente mayoritaria.

Las protestas tuvieron dos momentos especialmente clave en este último encuentro del Valencia CF: el primero fue el minuto 19, cuando acompañando a los carteles repartidos por el colectivo Libertad VCF en los aledaños del estadio y que rezaban el lema «Lim Go Home», el público entonó el «Peter vete ya» de la forma más atronadora vista hasta la fecha.

La desaparición de las restricciones de aforo provocadas por la pandemia hace ya tres jornadas y el atractivo de los últimos partidos han llenado el campo y la afición se ha expresado en todos ellos, pero quizás este domingo con más vehemencia que nunca.

Antes de que el fútbol parase por la COVID-19 ya venían produciéndose cánticos en contra de la propiedad de la mayoría accionarial, pero este domingo en Mestalla la mayoría se logró de forma muy clara. 

Momento clave al final del partido

El otro momento clave fue el final del partido. La afición estalló de júbilo con el gol de Hugo Duro, se desató la euforia y la alegría por la forma en que se logró el empate, pero con el pitido final del colegiado el público lo volvió a dejar claro y cantó contra Peter Lim y Anil Murthy al unísono, cánticos que se repitieron también en menor medida en los aledaños del estadio.

Con esto, Mestalla dio una lección de saber estar con su equipo sin perder de vista la importancia de reivindicar su parecer acerca de la gestión del club. La indignación de la afición está muy latente y en varios periodos del encuentro, más allá de los dos mencionados, se detuvo a señalar al palco y mostrar su gran descontento. 

Eso sí, cuando el equipo más lo necesitó no hubo espacio para otra cosa que no fuese empujarle hacia la portería rival y hacer pequeño al Atlético, que tuvo que lidiar con el doble chaparrón: el asedio del equipo y la presión de la afición.