Los datos que explican la victoria del Valencia CF en Balaídos

Los de José Bordalás mostraron una gran efectividad en área rival y fueron solventes a nivel defensivo

Maxi volvió a ver puerta

Maxi volvió a ver puerta / LaLiga

El Valencia CF volvió a ganar fuera de casa en un partido en el que supo rehacerse tras encajar un doloroso gol en la primera parte. Los de José Bordalás viajaron a Vigo para enfrentarse a uno de los equipos con mayor posesión de balón del campeonato, contexto en el que los blanquinegros no se sienten incómodos, y consiguieron penalizarle a través de efectuar robos en campo contrario. 

A nivel de esquema, los valencianistas partieron con un 1-4-1-4-1, pero alternaron con el 1-4-4-2 en diferentes fases del partido. Y es que el dibujo fue completamente secundario, ya que en ambos casos sirvió al propósito del entrenador: estar juntos, conceder poco y ser muy incómodos. El equipo, de hecho, logró estar muy compacto y redujo las sociedades del Celta entre líneas con 36 metros de profundidad (distancia entre la línea defensiva y la delantera) y 44 metros de amplitud (entre el lateral diestro y zurdo). 

En esta coyuntura, se cumplió al dedillo el guion previsto a nivel de posesión. Los de Coudet alcanzaron el 67 por cien, un guarismo muy elevado que no lograron traducir en superioridad sobre el rectángulo de juego. El combinado celtiña pecó de horizontalidad, todo lo contrario que el Valencia que con muchos menos pases (un 50 por cien) y también menos efectivos (69 por cien), priorizó los pases hacia adelante (el 43.3 por cien del total de pases, es decir, casi la mitad). La propuesta estaba clara, atacar rápido y en pocos toques para llegar por la vía rápida, de hecho de las 95 posesiones de balón que tuvieron los blanquinegros, 67 duraron entre cero y diez segundos. 

Con este planteamiento, el equipo de Bordalás generó un xG (goles esperados, es decir, expectativa de tantos marcados en función de la producción ofensiva) de 0.72, sin embargo anotó dos tantos, por lo que su efectividad fue mayúscula anotando más goles de lo que por las ocasiones generadas cabía esperar. Una de las principales claves fue la gran influencia en fase ofensiva de Maxi Gómez, ya que la mayoría de ataques llegaron por dentro (casi la mitad de goles esperados, es decir, de la producción ofensiva del equipo, se concentra por dentro). 

Gol de Hugo Duro ejemplificando la presión adelantada del equipo

Gol de Hugo Duro ejemplificando la presión adelantada del equipo / SD

Buen ejercicio defensivo

Y si en fase ofensiva la gestión de los momentos con balón estaban claros, en la defensiva el equipo fue muy intenso. Ambos equipos firmaron 94 recuperaciones de balón, aumentando las recuperaciones altas del Celta por necesidades del partido (es decir, los gallegos jugaron más tiempo en campo contrario), pero el Valencia se mostró más compacto en campo propio consiguiendo recuperar pelotas y generar errores en los celestes. 

Los de Bordalás, de hecho, son los que más recuperaciones han hecho en Balaídos en lo que va de temporada. El trabajo colectivo defensivo dejó al Celta con su segundo peor dato de producción ofensiva en la liga como local, solo por detrás de su enfrentamiento ante el Sevilla, con un 0.99 de xG.