ANÁLISIS

Un nuevo camino se le abre al Valencia CF

El Valencia está a uno del Barça (séptimo), cinco del Rayo (sexto) y siete del Atleti (cuarto) con la Liga muy igualada

Soler, frente al Celta

Soler, frente al Celta / Salvador Sas

Pau Pardo

Pau Pardo

José Bordalás avisó en la previa del partido contra el Celta de Vigo que lo que había en juego eran más que tres puntos. Y así es. El triunfo del Valencia CF en el estadio de Balaídos es una importante oportunidad para cambiar las miras, levantar el cuello y empezar a pensar en las posiciones europeas y dejar atrás la pesadumbre que se estaba generando con la racha de una victoria en once partidos y tras el último mazazo en casa contra el Rayo con una floja actuación.

El fútbol son dinámicas y el triunfo con remontada incluida es una buena piedra sobre la que edificar una nueva que permita al equipo pensar en cotas más ambiciosas que vagar por el ecuador de la clasificación.

El calendario que tiene el Valencia por delante de aquí a final de año es, de hecho, muy favorable para coger velocidad de nuevo y afianzarse en un estado de confianza. Los tres puntos conseguidos en Vigo sitúan a los blanquinegros a cinco puntos de la sexta plaza que ocupa el Rayo Vallecano y uno de la séptima, que ostenta el FC Barcelona.

El equipo está a tiempo de todo, LaLiga está más apretada y reñida que nunca -en esta jornada conjuntos como el Atleti y el propio Barça cayeron contra rivales de menor entidad- y la distancia con los puestos por encima es más que salvable si el Valencia aprovecha el tramo final de 2021 para tomar otro ritmo.

Los partidos que tiene en el futuro inmediato son el Elche CF (local), el Levante UD (visitante) y el RCD Espanyol (local), nueve puntos vitales que marcarán los objetivos del equipo de Bordalás para la presente temporada. 

Contra el Celta, los valencianistas no mostraron su mejor propuesta ni la versión más cercana al ideal del entrenador, pero sí el carácter y la actitud necesarias para crecer como equipo y reencontrarse con esa identidad a ritmo de victorias.

El Valencia llegaba con bajas en demarcaciones clave como la defensa y el centro del campo y se encontró con un gol en contra de forma temprana. Lejos de bajar los brazos reaccionó presionando intensamente en busca de generar un fallo en la salida de balón de un Celta que arriesgó mucho y cayó en su trampa. Una vez conseguida la remontada bajó algo las líneas y se defendió con uñas y dientes para proteger su renta. El equipo puede, quiere y está ante el momento de demostrarlo.