Partido largo y de atrás hacia adelante

El duelo contra el Madrid rescata los miedos de una plantilla que en los dos últimos partidos ha mostrado que cuando se abre sufre

Entrenamiento del Valencia CF

Entrenamiento del Valencia CF / Pablo García/RFEF

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El Villarreal-Real Madrid no es ejemplo. Lo que sucedió en La Cerámica hace unos días no debe servir de punto de partida para un Valencia que, al contrario de lo que sucedió en el choque entre blancos y amarillos, puede sufrir muchísimo en las transiciones rápidas del conjunto dirigido por Carlo Ancelotti.

Si hace unos días el KO contra el Cádiz en casa demostraba cuál era la realidad del conjunto de Gattuso, el duelo contra el Madrid rescata los miedos de una plantilla que en los dos últimos partidos ha mostrado que cuando se abre sufre. Así llegó el 1-1 del Villarreal, tras una pérdida en campo rival, a escasos minutos del descanso y con el marcador a favor. Contra el Cádiz, el resultado fue similar. Un pase en largo con Lino y Gayà hundidos, pérdida, carrera de Rubén Sobrino, ‘trote’ de Ilaix y definición de Alcaraz desde la frontal para dejar claro que a este Valencia, cuando se abre termina sufriendo. Con Fede Valverde, Rodrygo, Vinicius y compañía la situación además se antoja más complicada.

El Madrid disfruta en el juego de golpes porque, objetivamente, sus jugadores acostumbran a tener más calidad que cualquier otro rival y en definitiva, porque Courtois y sus delanteros suelen dar más puntos que sus homólogos sobre el césped. Puede haber casos puntuales, como ese Villarreal-Madrid, pero no es la tónica. Por ese mismo motivo, y más allá de que los blancos perdieron en La Céramica, el Valencia no puede repetir ese partido porque lo más normal es que la moneda salga cruz en Arabia Saudí. 

Robo y ataque

El Valencia tiene que ser un equipo ‘valiente’ dentro de un contexto de orden defensivo y no tener a demasiados jugadores por delante del balón. Esa debe ser una premisa. Sí tiene que ser un equipo que muerda y que sea capaz de robar para llegar a área rival pero sin perder la cabeza. El equipo tiene que estar capacitado para llegar al minuto 70 con la portería a cero. Si es capaz de marcar, perfecto.

Si no es así el 0-0 le asegura tener posibilidades y eso, sobre el papel, ya es una buena noticia viendo de dónde viene el conjunto de Gennaro Gattuso. La realidad es que mantener la portería a cero además es una de las cuentas pendientes del equipo que, al contrario que de costumbre, sí fue capaz de ganar sin encajar en el último partido previo al Mundial de Catar. Contra el Betis, en casa, el conjunto valencianista sí consiguió ese dato pero una vez los jugadores han vuelto de la cita mundialista la cosa ha empeorado: un triunfo (ese) en los últimos ocho enfrentamientos ligueros.