Sigue la tortura para el Valencia (2-1)

El equipo de Baraja cosecha la derrota más dura de la temporada y cae frente al Almería, con peaje de lesiones y la salvación a dos puntos

Castillejo, celebrando un gol

Castillejo, celebrando un gol / VCF

Vicent Chilet

Vicent Chilet

De las 15 derrotas en 28 partidos del Valencia, la cosechada en Almería es probablemente la más dolorosa de todas. El equipo de Rubén Baraja cayó en la primera de las finales de abril por la permanencia contra un rival directo y queda en una situación sumamente comprometida. La salvación se aleja a dos puntos después de un encuentro lastimoso a todas luces. Superiores en la primera mitad, a los blanquinegros les traicionó la puntería, un mal endémico, y se vieron perjudicados con dos posibles penaltis no pitados sobre Diakhaby y Justin Kluivert. La derrota es dañina por la clasificación y por el peaje de las lesiones de Nico y de Kluivert, el jugador más desequilibrante. Quedan partidos, pero siguen malgastándose balas. Sólo apelando a las propiedades de Mestalla, a las noches felices de Baraja y Marchena, no bastará para evitar el desastre.

El partido fue agitado desde el inicio. En realidad, ya no hay ni un minuto de tranquilidad en este final de Liga, con un calendario en abril en forma de ruleta rusa. De los dos rivales, el Valencia templó mejor las pulsaciones. Pisaba con más asiduidad el área contraria. Más asentado, más sólido y dominador, pero con la misma falta de pegada que en otros buenos inicios a domicilio (Valladolid, Getafe o Girona). El Almería asestaba contragolpes aislados, pero punzantes, que acabaron con una amarilla a Foulquier y un balón bajo palos sacado por Diakhaby.

Dos penaltis no señalados

Sin embargo, el partido era del Valencia, guiado por las botas con imán de Justin Kluivert. El neerlandés, cargado de confianza, fue el primero en poner a prueba a Fernando en el minuto 10. En el saque de esquina posterior, Sánchez Martínez no apreció nada punible en el prolongado agarrón de Babic sobre Diakhaby. Siguió perseverando el Valencia. En el 14 Lino definía alto con el empeine desde el vértice del área, con la pierna derecha bien armada tras un rápido control orientado hacia adentro. Por la misma banda percutió Gayà en el 18. El capitán apuró el ángulo y, sin socios fiables para dar el pase atrás, buscó el disparo a quemarropa rechazado con dificultades por un Fernando al que se le acumulaba el trabajo.

Posible penalti sobre Kluivert

Posible penalti sobre Kluivert

Y la jugada decisiva del partido llegó en el minuto 32. Hugo Duro pivotó sobre Samu Castillejo, muy libre en la mediapunta, que condujo y cedió en profundidad al espacio para el intuitivo Kluivert, que leyó perfectamente el pase y en el uno contra uno definió con un suave pero corto globo, siendo después arrollado por la inercia de su salida Fernando. Un más que probable penalti que, después de despacharlo con el VAR, Sánchez Martínez decretó como saque de esquina. Si la pena máxima no señalada no fuera suficiente castigo, el atacante neerlandés quedó tocado, con una cojera preocupante antes de acabar de romperse a los pocos minutos, cuando trató de recortar en la línea de fondo.

Fallos defensivos

Y de la sensación de oportunidad perdida, al desastre en el inicio de la segunda mitad. Lesión de Nico, cazado por la caída teatralizada de Luis Suárez al reclamar un penalti. Mientras el centrocampista gallego era atendido, Melero entró por el desguarnecido pasillo central para definir a placer ante Mamardashvili. Sin poder asimilar el golpe, el portero georgiano evitaba el segundo gol ante Arnau Puigmal. El Valencia se tambaleaba. Y parecía perder definitivamente el equilibrio en el minuto 58, en un saque de esquina en el que Mamardashvili midió mal la salida en el segundo palo y Babic, liberado de la marca de Foulquier, remachó el segundo de un gran testarazo.

Almeida y Melero pujan por una pelota

Almeida y Melero pujan por una pelota / EFE

Y con todo perdido, la esperanza. El gol de Castillejo dos minutos después, al embocar un rechace centrado. El primer gol como visitante del Valencia en 2023. Con media hora por delante, quedaba tiempo para sortear la tragedia. En el 63, un intencionado pase de Samu Lino se paseaba por el área sin ningún rematador. Baraja dio entrada a Yunus Musah y Cavani. La última bengala. El Valencia buscó la referencia aérea del atacante uruguayo, pero el tiempo se consumía lentamente y el Almería arañaba segundos con un Samuel Costa muy canchero. A la desesperada, entre los ánimos de los 600 hinchas desplazados, Gayà puso el penúltimo centro a la cabeza de Hugo Duro. Queda vida, pero nada detiene la caída del gigante.