El cambio mental de Diakhaby: «Cabeza»

Atrás quedó aquel jugador frágil que se iba del partido con cada error. El guineano se rehízo de una situación difícil y le dio la vuelta al partido. Baraja sentó a Cenk y la decisión lo reforzó más

El antes y después de Diakhaby contra el Valladolid

El antes y después de Diakhaby contra el Valladolid / F. Calabuig

Andrés García

Andrés García

Mouctar Diakahby ya no es ese jugador frágil de mentalidad que se iba del partido cada vez que cometía un error. El central del Valencia ha alcanzado el proceso definitivo de madurez a sus 26 años y se ha convertido en un futbolista fuerte mentalmente. El guineano demostró el jueves en Mestalla que ha superado el bloqueo mental que tantas malas jugadas le hizo pasar en los últimos años. Atrás quedaron aquellos nervios e inseguridades que le convertían en un jugador vulnerable emocionalmente con y sin el balón en los pies. ‘Diakha’ es otro. El jueves cometió un error de bulto a los pocos minutos de juego que pudo devolverle los fantasmas del pasado, pero a diferencia de otras veces, demostró que está capacitado para rehacerse de situaciones difíciles y levantarse de golpes como el 0-1 del Valladolid. El golazo de Javi Guerra en el tiempo de prolongación se llevó todos los focos, pero la reacción de Mouctar fue clave. Con el gol de cabeza del empate y con su actitud, valentía y personalidad. Diakhaby enseñó el camino hacia la victoria y hacia la salvación.

El central falló estrepitosamente en el minuto seis del partido. Pensó la salida de balón antes de ejecutarla, controló mal y regaló un gol al Valladolid. Mouctar recibió el apoyo de sus compañeros y del cuerpo técnico en el campo y en el vestuario. El descanso le sentó bien como al resto del equipo. Además, le reforzó la decisión del técnico. Rubén Baraja cambió de sistema a defensa de cuatro y, lejos de sentar a Diakhaby, decidió cambiar a Cenk Özkacar. No le señaló. Al revés. Le dio plena confianza. El guineano inició la remontada marcando el empate de cabeza con ayuda de Masip y ayudando a cerrar atrás para no encajar más goles. Su abrazo con Giorgi Mamardashvili tras el gol fue significativo. Estaba en deuda con el georgiano por la jugada del 0-1. El jugador recibió la felicitación del Pipo y los jugadores al final del partido. En zona mixta destacó la importancia de sacar el «carácter» «No he hecho un buen partido, porque he fallado en un gol. Hay que tener carácter luego y lo he tenido para marcar ese gol que ha dado la posibilidad de ganar puntos. Hay que tener carácter y creer hasta el final».

Diahaby se siente «fuerte mentalmente incluso en las adversidades» como decía a la revista de fútbol francesa ‘Onze mondial’. «’Lo mental’ me representa. Siempre me mantengo fuerte mentalmente, incluso en las dificultades y nadie me va a derribar. Siempre he tenido esta fuerza. Siento que soy fuerte mentalmente». No es casualidad que su rendimiento en el Valencia haya crecido a medida que aumentaba su fuerza mental. Mouctar tocó fondo de la mano de Albert Celades. Javi Gracia tampoco supo encontrar su mejor versión. La llegada de José Bordalás fue clave a todos los niveles. Esta temporada no ha sido la mejor a las órdenes de Gennaro Gattuso y Voro. Baraja le ha dado la máxima confianza desde la última ventana internacional. Desde el último parón liguero lo ha jugado todo contra el Rayo Vallecano (90’), Almería (90’), Sevilla (90’), Elche (90’) y Valladolid (90’). El club hizo un esfuerzo importante para renovarlo hasta 2027 subiéndolo al segundo escalón salarial de la plantilla y el jugador está muy responsabilizado con su nuevo rol en la plantilla. Como dice Diakhaby: «Cabeza».