Pepelu, el único aliciente para una afición cansada

Lo que siempre ha sido un partido para ver de corto sobre el césped de Mestalla a las caras nuevas para la temporada, esta edición 55 del Trofeo Naranja va a servir de presentación para el que es la única cara desconocida para la afición con respecto a la pasada campaña, Pepelu, sin contar con el grupo de canteranos que van a tener que rellenar el plantel ante la corta plantilla de la que dispone Baraja. 

Y es que prácticamente el único aliciente para acudir a la Avenida Suecia en este Trofeo Naranja, en clave valencianista, es ver al de Denia de corto sobre el césped del feudo blanquinegro. Todo ello ante el que será el primer rival de cierto nivel de esta pretemporada, y con el atractivo añadido de ver en acción a Pepelu junto a Javi Guerra, lo que puede ser el doble pivote titular del Valencia este curso, con el permiso de André Almeida. 

El centrocampista ha disputado la pretemporada al completo con el cuadro de Baraja tras acordar su traspaso con el Levante nada más finalizar la temporada en Segunda División. Y lo cierto es que el fichaje del valenciano tenía sentido a nivel deportivo, si algo se le está exigiendo a la dirección deportiva del Valencia en los últimos mercados, y que no estaba llegando, era la incorporación de un futbolista con físico y que pueda actuar en la medular de forma más posicional, para así poder liberar a André Almeida de labores más defensivas y para que Javi Guerra pueda coger más vuelo en ataque y poder descolgarse con mayor soltura. Todo ello sin haber actuado en esa demarcación, siendo más un centocampista acostumbrado a jugar en un doble pivote, aunque por condiciones puede hacer las veces de mediocentro. 

Para la afición es casi la única noticia positiva de la pretemporada. A menos de una semana para el comienzo del campeonato de Liga, tan solo hay un fichaje de disposición de Baraja, además de que se han marchado jugadores importantes como los cedidos que no volverán Kluivert, Lino y Nico González, más la venta de Yunus y la desvinculación de Cavani. Con estas dos salidas se espera que se aceleren las llegadas, pero ni aun ingresando 20 millones por el estadounidense se pueden acometer fichajes de cierto volumen. Por el momento, la parroquia valencianista tiene que ilusionarse con Pepelu y los ‘chavales’, que siguen tirando del carro, pero de los que no debe depender la base del proyecto deportivo.