Un equipo condenado desde Singapur

La falta de recursos y el cansancio físico acumulado de los jugadores, unido a los errores individuales de bulto, condenaron al equipo a la derrota

Decepción en Mestalla con la derrota del equipo pese al esfuerzo ante la Real Sociedad

Decepción en Mestalla con la derrota del equipo pese al esfuerzo ante la Real Sociedad / JM LOPEZ

Andrés García

Andrés García

Se veía venir. El Valencia da para lo que da. El primer partido entre semana de la temporada se le atragantó al equipo. Nada que no se esperara. La falta de herramientas y el cansancio físico acumulado de los jugadores, unido a los errores individuales de bulto, condenaron a los de Rubén Baraja a la derrota. La tercera de la temporada. La segunda en casa.

A pesar del pinchazo, Mestalla aplaudió el esfuerzo de un equipo que pagó muy caro el negligente mercado de fichajes del verano en un partido de miércoles sin recursos en el banquillo y con jugadores al límite de piernas y cabeza. El compromiso de este grupo de jugadores está fuera de toda duda. El problema es que anoche no llegó para más. La fiesta duró hasta que aguantó el cuerpo y la plantilla. El Pipo es entrenador. No mago. Peter Lim es cómplice de la derrota. Y Mestalla lo sabe.

La Real pudo rotar. El Valencia no. Imanol introdujo siete cambios con respecto a la victoria contra el Getafe. Una rotación masiva en toda regla para oxigenar todas las líneas del campo. Solo repitieron cuatro jugadores y dos de ellos fueron habituales ‘suplentes’ como Urko y Turrientes. El técnico donostiarra se pudo permitir el lujo de dejar en el banquillo a pilares del equipo como Le Normand, Zubeldia, Zubimendi, Kubo o Brais Méndez. Todo lo contrario que Baraja. La confección de su plantilla lo limita y en jornadas intersemanales todavía más. Lo deja vendido. El Pipo solo pudo introducir dos novedades (Amallah y Cenk) y ninguna mejoró el equipo. Con inferioridad numérica por la roja de Amallad y sin piernas frescas, el cansancio físico y mental hizo mella en los jugadores con el paso de los minutos. Thierry aguantó 45 minutos. Gayà solo un poco más: 53. Baraja se quedó sin laterales en menos de una hora. Drama. La plantilla tiene muchas carencias como consecuencia de la imprudente planificación del mercado de fichajes y eso en semanas largas casi interminables como esta penaliza mucho. 

Plantilla corta con muchas bajas

El equipo está cogido con pinzas y eso obliga a los jugadores a estar al cien por cien física y mentalmente para competir con garantías. Con mucha concentración y sin errores como contra el Atlético de Madrid. Anoche no fue así. Los del Pipo cometieron dos errores prohibidos cuando tienes delante un equipo Champions como la Real Sociedad. Es igual de grave la segunda amarilla imprudente de Amallah que la empanada grosera de Diakhaby en el gol (0-1) de Carlos Fernández.

Bastantes taras tiene este joven equipo del Pipo como para permitirse el lujo de dar facilidades al rival. El Valencia rompe su racha, pero sigue arriba en la tabla con un colchón de puntos y la sensación de que este equipo dará la cara siempre. Otra cosa es que le llegue. Mestalla vuelve a la cruel realidad.