"El valencianismo en ningún caso resistiría dos años más con Lim dentro de su accionariado"

Juan Martín Queralt lanza una serie de peticiones a la alcaldesa de Valencia desde 'Espíritu del 86'

Martin Queralt

Martin Queralt / SD

Si Alcaldesa, el problema ya no es urbanístico es social. Producto del sentir de un pueblo que tiene en Lim su máxima preocupación, que se reta como objetivo su salida del Valencia y de la ciudad, y entiende tal y como les expresó recientemente Juan Martín Queralt, que “el valencianismo puede permitirse esperar dos años más sin el nuevo estadio pero en ningún caso resistiría dos años más con Lim dentro de su accionariado”. Permanencia por cierto, asistida con la cooperación de su Ayuntamiento.

No alcanzamos a entender que a través de una decisión política, se le premie a quien antes nos humilló, incumplió, devaluó todas las áreas del club hasta llegar a la insignificancia, quitó la voz e incluso hoy, les tiene a ustedes demandados judicialmente. Con el nuevo Convenio en su mano, le estarán regalando al “artista” que nos llevó a este desastre solo con el actual Mestalla, 52.000 m2 de suelo residencial y 40.000 m2 de terciario. Traducido, una recalificación urbanística que permitiría por ejemplo la construcción de alrededor de 600 viviendas en esta añorada y atractiva ubicación. Sin contar con la explotación del terciario, dejamos a juicio del lector el precio medio finalista a aplicar a cada una de dichas viviendas así como el mérito contraído por el agraciado.

El nuevo Convenio tiene más de chantaje que de necesidad u obligatoriedad. Hoy sin Convenio, Lim puede decidir reanudar las obras y terminarlas. Es un problema de Licencia no de Convenio. Lim, Chan o Cabrera, conocen perfectamente el efecto de revalorización de su inversión a través del “premio” y su consecuencia al alza en el precio de cada acción en poder de Meriton. De igual forma, en ningún caso el Mundial de 2030, debiera convertirse en el anzuelo por el que el Ayuntamiento quedara atado a Lim. Trabajen, pregunten, encuesten, y convengan, si el valenciano prefiere un estadio nuevo para dicho mundial o quedarse sin él pero con Lim fuera.

Alcaldesa, su Ayuntamiento está debilitado. Sin tener la obligación de conceder este Convenio,- menos a quien no lo merece y tanto daño le hace a su ciudad-, su Concejal de Grandes Proyectos José Marí Olano, parece cómodo atendiendo la solicitud de los representantes de Lim en cuanto a flexibilización de plazos y laxitud en las garantías. ¿Qué tipo de rigor económico asiste a quien da rango de garantía a la “intención” o “afirmación” de reanudar y terminar la construcción del nuevo estadio? Por cierto, al mismo que incumplió entre otros hitos la obligatoriedad de entregarle al barrio de Benicalap un polideportivo y a la ciudad, el estadio terminado en el año 2021. ¿nos volvemos a fiar de Lim?

Alcaldesa, seguro le llegará el momento de poder negociar la concesión del mismo Convenio. Con otro beneficiario y orientada a través del mérito y las garantías. Las de verdad. Las bancarias formalizadas mediante aval o avales. Despreciando las posibilidades aireadas a futuro como es la adquisición de suelo terciario por parte de prestigioso empresario valenciano, certificados de solvencia o créditos a conceder en el “día de mañana”.

¡Basta ya! Entienda que resulta ya imparable nuestro desengaño, decepción y rechazo con la clase política. Intervenir en el problema no significa vulnerar nada que no sea conforme a derecho. Es cerrarle a Lim cualquier puerta de “confortabilidad” en nuestra ciudad. Es reconocer la imposibilidad de convivencia con nosotros. No por capricho sí por ofensa. Porque somos testigos, activos, de la destrucción del Valencia. Porque antes lo fuimos, pasivos, en la desaparición entre otros de Bancaja, Canal 9 o Banco de Valencia. Y estamos decididos a luchar por el club con todas las posibilidades a nuestro alcance, incluida la inevitable y créanos no deseada, protesta masiva en la calle.

Plataforma “espíritu del 86”