Baraja ambiciona un Valencia entre los grandes

Rubén Baraja conoció un Valencia como jugador que está muy alejado del que está salvando como entrenador. En la serenidad de su discurso, el Pipo siempre recuerda la exigencia que demanda el escudo que sus jugadores y él defienden en el día a día y de sus palabras subyace una fuerte convicción en ser el hombre que devuelva a la entidad a luchar con los grandes, pero con una premisa muy clara: «El club debe ir en consonancia», recalca. Hablar de Europa parece una quimera teniendo en cuenta de dónde viene el equipo y las enormes dificultades impuestas por la gestión de Peter Lim que han derivado en un debilitamiento de la plantilla, que tiene una ‘Unidad B’ muy escasa, pero la situación clasificatoria alberga una pequeña ventana de esperanza por la distancia con la zona de descenso y la proyección de los ‘nanos’. 

En los jóvenes reside la ilusión de Baraja, que sabe que si el club apuesta por mantenerlos puede ser la base de un equipo competitivo que «a medio y medio/largo plazo» puede volver al lugar que le corresponde: «A esto no se pasa de la noche a la mañana. Necesitamos a la afición y estabilidad deportiva. Son muchas cosas, pero es lo que me gustaría», explicaba el técnico valencianista, que defendía la idea de apoyar el crecimiento de unos jugadores que deben «saber en qué club están», pero en los que «no se puede centrar la crítica a nivel individual», porque todavía están dando sus primeros pasos en el fútbol de élite.

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Precisamente esa dualidad formación-competición fue un punto que abordó Baraja en la sala de prensa: «Trato de ser cercano a ellos, sabiendo sus inquietudes. Tienen que adquirir rutinas y hábitos que les ayudarán en sus carreras deportivas. Físicamente, incluso están por formar. Hay que ser cuidadosos a la hora de escoger sus momentos. Son humanos y se pueden equivocar», explicaba el Pipo desde la variante más humana después de defender a Javi Guerra y a Yarek, que no tuvieron su mejor noche en el partido de Copa del Rey. 

Poniendo como ejemplo al central de Polinyà del Xúquer destacó la importancia de «reforzar» a los jóvenes cuando no tengan buenas actuaciones y destacó el crecimiento de Cristhian Mosquera esta temporada cuando también empezó teniendo errores. Sobre Guerra, también le liberó de mucha presión: «Es joven, acaba de aterrizar y tiene muchas cosas que dar todavía. Un futuro fantástico por calidad, talento, desborde, es completísimo y debemos sacarle el mayor rendimiento. Lo que no podemos es pensar que va a solucionar todos nuestros problemas en todos los partidos», exponía. 

Autocrítico

Esta rueda de prensa llegó después de la primera gran decepción de la temporada y antes de medirse al «equipo más en forma». Baraja habló abiertamente de que su equipo había cometido errores de los que quiere aprender para no seguir cometiéndolos y que no había sumado las «pequeñas cosas» que le hacen competitivo. Al mismo tiempo explicó que las «circunstancias adversas» les llevaron a tomar «malas decisiones» contra el Celta y que en ese aspecto mental el equipo «debe madurar». 

Asimismo, el Pipo se mostró convencido de las posibilidades que tiene su equipo: «Estoy convencido de que podemos hacer las cosas bien y cuando es así somos difícil de superar. Es lo que tengo en la cabeza», explicaba el entrenador, que no se quiso detener a hablar de las consecuencias de una posible victoria y puso el foco en que su equipo solo piensa en la mejor manera de ganar al Athletic: «Sumar es lo que nos importa y cuando piensas en ganar sin el cómo creo que te genera demasiada ansiedad. Haciendo determinadas cosas seremos competitivos y dará la posibilidad de ganar», expuso, reconociendo que preparan rotaciones por la exigencia física que ha tenido la semana. 

Fan de Valverde

Al igual que antes de medirse a Rafa Benítez, Baraja elogió al entrenador rival, también con pasado en Mestalla: «Frente a nosotros hay un gran equipo bien entrenado. Soy fan de Ernesto Valverde por cómo entrena a sus equipos», señaló acerca del técnico y añadió: «Llevan diez partidos de Liga sin perder y eso habla del nivel que nos vamos a encontrar», sentenció sobre su contrincante. Para terminar, como siempre, puso en valor el factor Mestalla: «Es brutal cuando la gente te empuja y ves a la gente animando a los jugadores cuando llega el autobús o durante el partido. Lo que hacen habitualmente a nosotros nos hacen mejores