Así fue el polémico partido del Mestalla contra el Badalona

El filial valencianista puso fin a su buena racha en un partido marcado por las múltiples expulsiones

Un lance del Mestalla-Badalona

Un lance del Mestalla-Badalona

El Valencia Mestalla cayó en el Antonio Puchades contra el Badalona Futur (0-2) y puso fin a su racha de cuatro partidos consecutivos ganando en los que había mantenido la portería a cero. Los de Miguel Ángel Angulo que contaban con novedades 'de primera' en el once, como Yarek, Gozálbez o Gónzalez, no pudieron sobreponerse al equipo visitante, y tampoco al desastroso arbitraje.

La energía impuesta al inicio del choque por parte de los jugadores del Mestalla hizo que las mejores ocasiones de la primera mitad cayeran del lado valencianista. Martín Tejón, Pablo Gozálbez, Hugo González y Mario Domínguez probaron al guardameta visitante, José Ortega, que fue protagonista en la acción más clara de la primera parte, desbaratando un remate ajustado al palo de Rubén Iranzo.

La segunda mitad comenzó con una triple ocasión del Mestalla que volvía a rozar el gol, poco después, tuvo lugar la acción que daría un vuelco al partido. En una acción fortuita, Iranzo vio la roja directa y el filial se quedaba con un hombre menos a falta de media hora. Pasaban los minutos sin apenas sobresaltos hasta que en el 84, a través de un centro lateral, llegaba el primer tanto del partido, obra de Fornes que aprovechó una indecisión entre portero y defensa.

El Mestalla volcado en busca del empate, se desesperaba con las pérdidas de tiempo del conjunto visitante. Fruto de la tensión, se desencadenó una tángana en el banquillo del Badalona después de que Ferran Costa, técnico catalán, trató de evitar que Rodrigues sacase de banda y el brasileño respondió con un pelotazo que le costó la expulsión. Miguel Ángel Angulo, técnico valencianista, vio la cartulina roja tras dirigirse al colegiado con las siguientes palabras: "¿Por qué lo expulsas?! ¡No es posible!". El delegado del filial, Carlos Arroyo, también fue expulsado por encararse al árbitro de manera airada.