Otro partidazo de Mestalla

La afición dedicó su sábado al Valencia en un ejercicio global de valencianismo; reivindicación contra Lim, apoyo total a sus jugadores y defensa del honor del escudo

Partido de liga Valencia CF - Real Madrid

Partido de liga Valencia CF - Real Madrid / JM LÓPEZ

Pau Pardo

Pau Pardo

Mestalla dio una auténtica exhibición, otra vez. El coliseo de la Avenida de Suecia presentó con más de 47.000 espectadores la mejor entrada de la temporada en un partido en el que los jugadores le respondieron con un derroche físico increíble y cerca estuvieron de hacerlo con una victoria. Al margen del resultado, el valencianismo volvió a latir con más fuerza que nunca, porque ya desde las cinco de la tarde congregó a más de 20.000 aficionados que dedicaron todo su sábado al Valencia CF en un ejercicio global de amor por los colores: reivindicación contra Peter Lim, animación vibrante a sus futbolistas y defensa del honor de un escudo que la temporada pasada fue difamado por el aparato mediático madridista. Todo esto generó una enorme tensión que acabó explotando cuando el Real Madrid pidió a Gil Manzano con total vehemencia que le concediera un gol fuera de tiempo, lo que generó una tangana monumental en el centro del campo que se saldó con tarjeta roja para Jude Bellingham y amonestaciones para otros madridistas, que fueron a por el árbitro con un actitud muy agresiva. 

Llamó mucho la atención el talante con el que el Madrid pidió al colegiado que les concediese el gol fuera de tiempo -Gil Manzano pitó el final con el centro lateral- cuando en la primera mitad interrumpió una jugada de peligro del Valencia precisamente aplicando el mismo criterio una vez cumplido el desproporcionado descuento de cinco minutos. El extremeño aplicó la misma vara de medir en los dos casos, pero fue en el pitido final cuando se desató el caos. El valencianismo, que saltó al unísono varias veces durante el encuentro el «Madridista el que no bote» se despidió con sorna de los jugadores del Madrid cuando enfilaron el túnel de vestuarios. 

Al margen de ese ‘pique’, Mestalla sacó el orgullo apretando cada acción, apoyando a los suyos y haciendo temblar los cimientos con varios cánticos, especialmente con el himno valenciano en la salida de los jugadores al campo.

Especialmente sentido fue ese vínculo con la tierra en los actos de homenaje a las víctimas del incendio de Campanar, mostrando desde la Grada de Animación también una bandera precisamente de la peña de este barrio.

Los jugadores del Madrid protestan a Gil Manzano

Los jugadores del Madrid protestan a Gil Manzano / AP

Helados por Diakhaby

El momento más duro para la gente llegó con la brutal lesión de Diakhaby que dejó a Mestalla con el corazón en un puño tras ver las vehementes reacciones del resto de los jugadores y la celeridad que le pedían a las asistencias médicas. La afición le despidió con una sonora ovación, pero el sobrecogimiento no abandonó a la gente conforme se fue enterando de la gravedad. 

Las asistencias médicas se llevan a Diakhaby en camilla tras sufrir una grave lesión en la rodilla

Las asistencias médicas se llevan a Diakhaby en camilla tras sufrir una grave lesión en la rodilla / EFE