El Celta llega a Mestalla introducido en una burbuja de mejora. No gana un partido desde el 24 de noviembre (1-3, en Vila-real), pero los empates ante Eibar y Athletic -en San Mamés- han impulsado un pequeño brote de optimismo. El Valencia no puede permitir que su rival alimente ese estado emocional sobre el césped de Mestalla. Al contrario, el bloque de Celades tiene que insistir desde el principio en los problemas del bloque celeste: la falta de pegada, los desequilibrios defensivos, la falta de madurez para gestionar la tensión, los problemas de disciplina en el vestuario. Lo advirtió el míster: "El Celta es un equipo que tiene talento, mucho talento". La condición sólo se ha manifestado a fogonazos, pero han coincidido con rivales importantes como Valencia o Athletic y en escenarios como el Pizjuán o el Metropolitano.

El Celta ha encontrado en las expectativas a su peor enemigo. En agosto, el proyecto parecía destinado a competir por Europa. El regreso de Denis, Mina, Pape Cheikh y Rafinha sonoba precioso. A Madroa al poder con Iago Aspas, Brais, Hugo Mallo, Kevin, Blanco... La mezcla ha resultado más bonita que práctica, por muchos motivos. También se han producido lesiones en piezas clave, no se acertó con los refuerzos en la zona de mediocentros y en el eje de la zaga, también sigue faltando un portero regular. Por supuesto, han echado en falta a Maxi, la pareja ideal de Aspas, el delantero de los 31 goles en sus dos primeras temporadas.

Refuerzos y Yokuslu

Fran Escribá no arrancó el motor y Óscar tampoco ha generado un giro radical. Lo que sí han intentado es exprimir la ventana de invierno. La llegada de Jeison Murillo es fundamental para entender ese efecto mejora. Se ha firmado energía para la medular con Filip Bradaric y la recuperación de Okay Yokuslu se considera básica para proteger la medular. La gran apuesta es Fedor Smolov, goleador del Lokomotiv de Moscú que recupera la vía rusa en Vigo y llega con la bendición de Mostovoi. Entra directo a la lista. También se ha soltado lastre con la venta de Stanislav Lobotka, lejos del compromiso y de la regularidad mínima. El Napoli se lo ha llevado por 20 millones de euros en una operación que pinta a acierto. El otro elemento que llama a la reacción es Rafinha, el mediapunta llega en su mejor momento a Mestalla. La coincidencia no es casualidad.

Más rating que Iago Aspas

Rafinha tiene más valor estadístico que Iago Aspas y eso son palabras mayores. El interior hizo el gol del empate en San Mamés y ha dado un paso al frente como líder. Con Óscar juega de interior, tirado a la derecha, con libertad. El hispano-brasileño ha superado los problemas físicos con los que arrancó y hoy emerge como elemento vital en la permanencia, por juego, por compromiso y por madurez (26 años). Rafinha tiene recorrido, tiene cambio de ritmo y es capaz de interpretar distintos registros. Aparece en la zona de construcción, pero aumenta su impacto cuando se acerca al área. Es un 10 moderno.

Santi Mina, sacrificio... sin gol

Mina regresa a Mestalla y será bien recibido, seguro. El gallego interpretó un papel protagonista el curso pasado y su compromiso está fuera de duda. Lo mismo le sucede en el Celta. Santi combate, trabaja y lo deja todo, pero le falta lo más importante: el gol. Está lejos de Maxi en ese apartado, aunque son delanteros distintos. Comenzó en punta, pero ha empezado a trabajar también desde las bandas, dentro del 4-3-3. Su energía le mantiene en el once, por delante de Brais Méndez o Denis Suárez. La llegada de Smolov llevará a Aspas a la derecha y Mina se la jugará con todos por un puesto entre el nueve y la punta izquierda. Dos goles y dos pases de gol en LaLiga... No es un suspenso, pero ha fallado situaciones en el área que no se pueden fallar.

El carácter frío de Denis

El coraje frena la crítica en el caso de Mina, pero nada salva a Denis Suárez. Empezó fino, contra el Valencia estuvo muy bien (desbordando, conectando con Aspas, siendo determinante en el área), pero ha ido diluyéndose hasta desaparecer. Es la decepción de la temporada, al menos, hasta la fecha. La única excusa son los problemas de tobillo que le han mermado. Óscar está encontrando su once ideal y Denis no está haciendo méritos para subirse al carro; tampoco está aportando nada especial cuando entra desde el banquillo. Triunfar en el Celta es su sueño, pero para cumplirlo tiene que dar ese paso al frente que reclama la situación.

Murillo ha entrado fuerte

Óscar le ha dado galones y el colombiano está creciendo. Dos partidos y en los dos ha sido figura destacada. Sigue dejando alguna jugada de cara a la galería, cuando podría ser más práctico, pero es todo exhuberancia. Jeison también vuelve a Mestalla, donde dejó un primer semestre tremendo, hasta la lesión, hasta el desafecto con Marcelino. Tras no cuajar en la Samp, el Celta ha apostado fuerte y él central está haciendo lo que se le pedía: sumando seguridad, subiendo la temperatura competitiva de una retaguardia demasiado tibia. Está muy líder, muy seguro. En Mestalla pasará una prueba exigente. En el foco también estarán Denis y Rafinha, los deseados de Marcelino.