Voro y Maxi Gómez salvan al Valencia CF

El uruguayo logró un doblete en el redebut del técnico

Voro y Maxi Gómez salvan al Valencia CF

Voro y Maxi Gómez salvan al Valencia CF

Andrés García

Andrés García

El 'efecto Voro' ha vuelto a funcionar. El Valencia CF consigue la permanencia a falta de tres jornadas para el final de LaLiga y salva una temporada para olvidar. El equipo no descenderá. Suena duro pero era el único objetivo de esta tarde gris contra el Real Valladolid.

El equipo sacó adelante el partido y abrió una distancia definitiva de nueve puntos con respecto a los puestos de descenso a segunda gracias al doblete de Maxi Gómez que no marcaba desde enero, el gol a última hora de Thierry Correia y las asistencias de los capitanes José Luis Gayà y Carlos Soler que tiraron del carro hasta el último día. Voro redujo el margen de errores y devolvió al Valencia la eficacia en las dos áreas en fase defensiva y ofensiva. Portería a cero, tres disparos a puerta y tres goles. No hizo falta más. La afición cumplió el sábado. Voro y los jugadores el domingo. Nunca más, Meriton.

Voro sacó el bisturí para intentar resucitar al muerto desde el mismo once inicial. Había que encontrar las soluciones que Javi Gracia no tenía. Su apuesta fue organizar la defensa con tres centrales y dos carrileros, sentar a Uros Racic en el banquillo y poblar el centro del campo de peloteros (Daniel Wass, Carlos Soler y Kang In Lee) en un intento de mandar en el centro del campo y darle sentido a la pelota. Costó. Demasiado. El equipo cayó una y otra vez en los mismos errores de siempre. Problemas a la hora de dar salida al balón y construir en estático. Maxi Gómez seguía perdido en su isla particular y solo se creaba sensación de peligro por la izquierda con transiciones rápidas de José Luis Gayà y Gonçalo Guedes. Roque Mesa y Míchel se bastaban por dentro. Tenían más y mejor el balón.

El Valladolid, mejor posicionado y organizado, dominó y se adueñó de las ocasiones. El salvador como casi siempre también fue Cillessen con una doble parada a Jota (más desequilibrante que todos los jugadores del Valencia juntos) y Olaza. El Valencia sin balón también fue una ruina. Perdía los duelos y llegaba tarde a la presión y las segundas jugadas. Era el guion de siempre. El equipo se encaminaba al descanso sin disparos a puerta. Y fue entonces, en medio de la nada, cuando se juntó el talento del Valencia para armar la primera y única combinación en fase ofensiva. Aparecieron los cinco mejores jugadores del equipo y se impuso la calidad. La que le costaba de reconocer a Javi Gracia. Inicio de Kang In, toque preciso de Carlos Soler, apertura de Guedes, asistencia de Gayà y definición de Maxi casi en línea de gol cuatro meses de sequía después. Todos en su mejor rol para subir un gol que no hacía justicia a la primera parte, pero que valía su peso en oro. Magia y nunca mejor dicho.

El gol a las puertas del descanso fue un alivio. Un respiro profundo. Los jugadores rompieron el partido, se quitaron la ansiedad y los nervios de encima y empezaron a crecer recuperando la confianza perdida. Así llegó el segundo gol. El Valencia creyó en la presión, se fue arriba decidido y Soler robó un balón a Jota en zona de tres cuartos. Las coordenadas donde Carlos es diferencial. El '8' esperó el desmarque, Maxi se cruzó al espacio, Soler filtró el balón con un toque sutil y el uruguayo se lanzó al césped para rematar con el instinto y la eficacia de 'killer' perdida. Dos disparos, dos goles. Doblete del charrúa año y medio después.

El Valencia, acostumbrado a jugar a remolque con Javi Gracia, encarrilaba un partido después de mucho tiempo. Ya tocaba. Era el momento de contemporizar, gestionar la ventaja y no regalar un partido que estaba ganado. Voro reforzó inteligentemente el trivote en esa dirección con la entrada de Racic por Kang In. Funcionó. Sergió quemó todos sus cartuchos del partido y adelantó líneas en busca del gol que le metiera en el partido, pero el Valencia supo sufrir en defensa multiplicando las ayudas y a la espera de matar el partido. Lo intentó a la contra, pero el tercero llegó en otra jugada buen trenzada entre Oliva, Cheryshev y cabezazo de un Thierry Correia que va a más. 3-0. Mestalla respira tranquilo. Voro salvó al Valencia en un nuevo acto de responsabilidad. Otra vez. Y van cinco con Meriton. El club se merece mucho más.