Reino Unido

¿Será Carlos III el primer rey ecologista? Estas son sus opiniones

El nuevo soberano no ha ocultado su compromiso con el medio ambiente con acciones y declaraciones desde su juventud

¿Será Carlos III el primer rey ecologista?

¿Será Carlos III el primer rey ecologista? / royal.uk

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Son conocidas las inquietudes ecologistas y la conciencia ambiental del nuevo soberano británico, Carlos III, pues a lo largo de toda su vida ha dejado constancia pública de su preocupación por la degradación de la naturaleza. En este sentido, el hoy rey no se ha colocado de perfil frente a los problemas ecológicos que amenazan a la humanidad, sino que no ha dudado en manifestar abiertamente sus opiniones, a pesar de que las características de su cargo podrían aconsejar mayor prudencia o distanciamiento.

Por el contrario, el nuevo monarca se ha prodigado en testimonios pro-ecologistas ya desde su adolescencia. No es algo nuevo en él, ni tampoco el tardío capricho de un hombre ya mayor reconvertido a las causas nobles. Nada menos que en febrero de 1970, cuando solo tenía 22 años y pocos hablaban aún de estos temas, aparte de los activistas verdes, Carlos pronunció su primer discurso sobre el medio ambiente.

Alertó entonces sobre los peligrosos efectos que podía ocasionar la proliferación de residuos plásticos sobre el entorno natural. Eso sucedía hace ¡52 años!, cuando ese problema era aún un absoluto desconocido para la inmensa mayoría de la población.

"Lo que le hacemos al océano y a la naturaleza, en última instancia nos lo hacemos a nosotros mismos"

"Lo que le hacemos al océano y a la naturaleza, en última instancia, nos lo hacemos a nosotros mismos. La situación es realmente grave y las consecuencias de la inacción y de los negocios, como de costumbre, son inimaginables", afirmaba hace pocos meses en la isla de Palau, durante una visita oficial.

Y, con motivo de las olas de calor que ha vivido también el Reino Unido este verano, afirmó: “Si se me permite decirlo, los compromisos en torno a las cero emisiones netas nunca han sido más importantes, ya que todos nos sofocamos bajo las alarmantes temperaturas récord de hoy en Gran Bretaña y Europa”.

“La crisis climática realmente es una emergencia genuina y abordarla es absolutamente esencial”, afirmaba en otro momento.

Carlos de Inglaterra junto con un grupo de pingüinos

Carlos de Inglaterra junto con un grupo de pingüinos / Daily Mail

Pero Carlos no se limita a las palabras, siendo éstas ya de por sí importantes tratándose de una personalidad como él. También pasa a la acción. En 2019 lanzó la Iniciativa de Mercados Sostenibles, un “plan de recuperación que coloca a la naturaleza, las personas y el planeta en el centro de la creación de valor global”.

Aparte de ser miembro de una amplia gama de organizaciones dedicadas al medio ambiente, el año pasado reunió a los líderes de la Commonwealth en una serie de mesas redondas para discutir sobre cómo acelerar la acción contra el cambio climático y ampliar, de paso, las inversiones de tipo sostenible.

Por todas estas acciones, el nuevo rey ha obtenido numerosos galardones y reconocimientos de tipo ambiental, incluyendo en 2007 el Global Environmental Citizen de la Universidad de Harvard (EEUU) y el Global Environment, que recibió de las manos del anterior ganador, el exvicepresidente de EEUU Al Gore. Sin embargo, en este caso el entonces príncipe recibió las críticas de los ecologistas británicos, porque acudió al acto cruzando el océano a bordo de un Boeing 747 y con un numeroso séquito, algo poco sostenible. “También podría haber recibido el premio a la hipocresía verde”, declaró Joss Garman, de la entidad ecologista Plane Stupid.

“Límites a nuestra ambición humana”

Posteriormente, Carlos asumió su deber de dar ejemplo incluso en acciones aparentemente menores. “Siempre he creído que vivir en un planeta finito significa que tenemos que reconocer que esto impone ciertas restricciones y límites a nuestra ambición humana para poder vivir, para mantener la viabilidad del planeta”, afirmó.

En 2013, con motivo de su 65 cumpleaños, las declaraciones que realizó en la revista ‘Country Life’, dedicada al mundo agrícola, iban aún más allá y desvelaron que sus preocupaciones ambientales van acompañadas también de una inquietud social:

"Los pequeños agricultores se han convertido en el parachoques de la incertidumbre económica en la producción de alimentos", escribe el príncipe Carlos. "Ellos son los que asumen todos los riesgos y los que reciben al final la menor porción de los beneficios".

El nuevo rey, en un bosque

El nuevo rey, en un bosque / royal.uk

"No es de recibo que los agricultores vivan con 12.600 libras al año (15.000 euros) y algunos sobrevivan con 8.000, mientras las grandes superficies se llevan la gran porción de la tarta", denunciaba el entonces príncipe de Gales, que recordaba cómo los ingresos de los granjeros habían caído un 29% en la década anterior mientras los beneficios de los seis grandes supermercados ascendieron a 7.600 millones de libras.

"No es de recibo que los agricultores vivan con 15.000 euros al año, mientras las grandes superficies se llevan la gran porción de la tarta"

En ese mismo artículo, se mostró un ferviente defensor de la agricultura ecológica: "Los críticos insisten en que somos muy ingenuos si pensamos que se puede alimentar a 9.000 millones de humanos de esta manera", recuerda el príncipe. "Conviene hacer una seria reflexión: ¿Cómo podemos hablar de carestía de alimentos si desperdiciamos hasta el 40% de lo que se produce, según estimaciones de la ONU?".

"Estamos tirando literalmente a la basura el equivalente a 470.000 millones de libras al año", advierte el Príncipe de Gales. "Estamos hablando de una cantidad seis veces más grande de lo que se dedica a la ayuda al desarrollo", añadió.

Con estos antecedentes, y viendo que los planteamientos ideológicos están profundamente arraigados en su carácter desde su primera juventud, cabría esperar un reinado más comprometido con el planeta que sus antecesores. Sin embargo, como recuerdan los expertos, el rey del Reino Unido está obligado a eludir el debate político y, además, en realidad carece de poder ejecutivo, que queda en manos del Gobierno. Así y todo, la influencia y poder mediático y social que tiene en Gran Bretaña su monarca sin duda serán aprovechados por Carlos III para seguir divulgando su mensaje a favor del planeta.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es