La derrota en el Camp Nou fue lo menos doloroso (3-0)

El Villarreal se quedó sin poder dedicarle un triunfo a Llaneza pero ya piensa en el próximo partido para enviar tres puntos al cielo

FC Barcelona - Villarreal

FC Barcelona - Villarreal / Enric Fontcuberta

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Seis horas después de que saliese a luz la triste y dolorosa noticia, que el Villarreal saltase al terreno de juego, pese a que a José Manuel Llaneza le inundaba de felicidad ver a su equipo sin importar la circunstancia, fue un trago amargo para los pupilos dirigidos por Unai Emery. El foco de atención apuntó al Camp Nou, pero la mente de todos los estamentos del Submarino Amarillo estuvo en la memoria de la que ya es una memoria eterna en el Villarreal.

Sin embargo, el transcurso del fútbol, incluso de la vida, obligó al cuadro 'groguet' a no detenerse, aunque su estado físico no casase con lo moral. La victoria ante Osasuna dio alas, aumentó la autoestima de un equipo llamado a estar, como mínimo, en Europa League la próxima temporada y les fortaleció para puntuar ante un Barça debilitado tras empatar contra el Inter en Champions y caer en El Clásico, pero el revés que supuso el fallecimiento de su vicepresidente dejó la moral muy tocada. El Villarreal salió del Camp Nou sin los tres puntos, pero, tras la tragedia, poco importó.

Aunque fuera de manera indirecta, el combinado de la Plana Baixa homenajeó a Llaneza poniendo en el once inicial a seis futbolistas formados en una Ciudad Deportiva que lleva su nombre: Pau Torres, Alfonso Pedraza, Manu Morlanes, Álex Baena, Yeremy Pino y Jackson. Una cantera que adoró desde el primer día que sintió afinidad hacia el club amarillo. La predisposición de mandar tres puntos al cielo fue positiva, pero el Barça, ajeno al duelo del Villarreal, jugó sus cartas no solo para poner punto y final a su semana dramática, sino para recuperar la sonrisa perdida. Incluso, tras una primera parte arrolladora, levantó el pie del acelerador para no echar más sal al sufrimiento del Villarreal.

A la media hora del inicio del encuentro, Lewandowski, con un recurso de bella factura, dejó sentada a la defensa para poner el primero, y cuatro minutos después, recogió un pase de Gavi desde fuera del área para ponerla lejos del alcance de Rulli. En el 38, Ansu Fati finalizó una gran jugada personal de Ferran Torres, para poner punto y final a siete minutos demoledores y que fueron suficientes para que el marcador se mantuviese hasta el final. La segunda parte fue un trámite culé ante un Villarreal sin apenas capacidad de reacción. No en vano, la reválida para dedicarle un triunfo a José Manuel Llaneza pasa por el partido del domingo ante el Almería. Un choque que no se puede escapar.