El valenciano Mateo Pellegrino ya golea en Argentina

El Valencia CF es un club de cantera, donde se aprovecha el potencial que ofrece la prolífica ciudad deportiva de Paterna. Muchos jugadores pasaron por el fútbol base del club y ahora juegan, con mayor o menor fortuna, en otros países. Tampoco es extraño que el valencianismo se transmita de padres a hijos, no sólo entre aficionados, sino también entre exjugadores o entrenadores que han pasado por Mestalla a lo largo de su historia.

Sin ir más lejos, actualmente es un titular habitual Fran Pérez, hijo de Rufete. La temporada pasada también lo hizo Justin Kluivert, descendiente de Patrick. Era la tercera saga tras la de Manolo y Manuel Mestre. Es cuestión de tiempo que se sumen más apellidos a la lista, pero todavía hay que esperar.

En cualquier caso, no son pocos los valencianos que triunfan fuera de casa, ya que y aquí es donde entra de lleno Mateo Pellegrino. Nacido el 22 de octubre de 2001 en València, unos meses después de que su padre perdiera su segunda final consecutiva de la UEFA Champions League, ya es futbolista profesional. Mauricio fue jugador del Valencia tras abonar el club 1,2 millones de euros al Vélez Sarsfield en verano de 1999 tras una digna temporada en el FC Barcelona. Disputó cuatro campañas y media en Mestalla antes de marcharse al Liverpool. Durante ese tiempo tuvo un hijo que empezó a dar sus primeros pasos en València.

Mateo siguió a su padre por Europa

Una vez retirado del fútbol profesional en el Alavés, regreso al club donde triunfó para empezar a formarse como entrenador en el fútbol base del Valencia CF. Tras dos años, ascendió como segundo técnico en Liverpool e Inter antes de dar el salto como primer entrenador de nuevo en el Valencia CF. Fueron unos meses intensos a finales de 2012 y por entonces su hijo Mateo jugaba en las categorías más inferiores del Valencia CF. Empezó como defensa, pero ahora mismo juega como delantero centro en el Platense como cedido por el Vélez. El jugador lleva cinco goles en los 670 minutos acumulados en la competición. El jugador, que tiene la misma planta que su padre (1,93 metros) se ha ido ganando la titularidad con el paso de las jornadas y ahora es indiscutible.