Florentino quiere hacer 200 millones de caja

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, inició la renovación de la plantilla con el traspaso de Cristiano Ronaldo en 2018 después de ganar la ‘decimotercera’. Cerraba un ciclo de cuatro Champions League en cinco años e intentó mantener el equipo con un desembolso multimillonario en las dos siguientes temporadas. Invirtió 468 millones en 12 fichajes, pero muchos no han cuajado como Hazard, Odriozola, Mariano o Jovic. El presidente blanco cambió de política a una mixta con fichajes galácticos como Hazard o Courtois y promesas como el brasileño Vinicius (fichado en 2017), Rodrygo, Militao o Jovic, que necesitaban tiempo para crecer. 

Soltar lastre Cuatro temporadas después el equipo necesita soltar lastre, jugadores que ya no son lo que fueron, que acaban contrato y con la treintena de años a sus espaldas. Los jóvenes empiezan a rendir y el equipo necesita un nuevo impulso para fortalecer la plantilla y retomar aquel camino de éxitos abandonado. La tarea no es sencilla en una época difícil pero si a Florentino Pérez se le reconoce algo por encima de todo es su gestión económica. Ha sabido capear mejor que nadie la crisis provocada por la pandemia con una economía de guerra que evitó pérdidas multimillonarias de un club que dejó de ingresar 300 millones de euros para adaptarse a las circunstancias. 

Gareth Bale

Afortunadamente eso es pasado y al presidente madridista se le presenta un verano de oro si se cumplen los objetivos en la renovación de la plantilla que inició con esa salida de Cristiano Ronaldo, emblema de una etapa gloriosa pero pasada.

El momento para el cambio no puede ser mejor con cuatro jugadores que terminan contrato el próximo 30 de junio. Bale, Marcelo e Isco dejarán el Real Madrid salvo sorpresa, y la continuidad de Modric va a depender del rendimiento que ofrezca el croata. Los tres primeros tienen sueldos demasiado altos para el rendimiento que ofrecen. Se han dejado ir y los años empiezan a atropellar su fútbol. 

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El galés todavía compite por ser titular, pero pasa más tiempo en la enfermería que en el campo. Además, su compromiso con el equipo y con el club no ha sido el mejor, faltando al respeto al escudo con salidas de tono impropias de un profesional. Tiene 32 años y cobra 30 millones brutos por temporada. No renovará ni aunque se baje el sueldo. 

Marcelo e Isco

El brasileño ha cumplido 33 años con un sueldo bruto de 22 millones por temporada. Isco no llega a los 30, tiene 29, y gana 13 millones brutos. Ambos se relajaron tras ganar la última Champions para desaparecer de las alineaciones habituales por su bajo rendimiento. Estuvieron temporada y media desaparecidos y cuando quisieron recuperar el tono se quedaron sin sitio en un equipo que ha reforzado sus posiciones. La suma de los sueldos de los tres jugadores es de 65 millones de euros que el Real Madrid dejará de pagar a partir del 30 de junio de 2022. Pero hay dos jugadores más que no entran en las previsiones de la plantilla del año que viene salvo que corrijan su rendimiento, muy por debajo de las expectativas creadas cuando llegaron, Hazard y Jovic.

Hazard y Jovic

El belga tiene 30 años, cobra 30 millones de euros brutos y acaba contrato en junio del 2024. El serbio sólo tiene 23 años, percibe 10 millones y tiene contrato hasta 2025. Ninguno ha encontró su sitio en el equipo con Zidane y tampoco con Ancelotti y ambos son jugadores que tienen mercado. El Madrid está abierto a las ofertas que lleguen y tasa a Hazard en 50 millones (pagó 116 en 2019) y 30 por el serbio (costó 60 también en 2019). Aunque sus traspasos sean a la baja, se ahorrará sus sueldos, 40 millones, y sumará 80 millones si encuentra compradores.

Si salen todos, el Real Madrid se ahorrará 105 millones en salarios y si ‘coloca’ a Hazard y Jovic sumará otros 80 millones al balance de previsiones económicas positivas. 

Modric

En el Real Madrid no se olvidan de Modric, un futbolista ejemplar tanto dentro como fuera del campo que se está jugando la renovación. Tiene 36 años y mientras rinda como lo hace actualmente, cuentan con él, aunque no tanto si ‘quema’ esfuerzos con su selección que limita luego su resistencia con el equipo blanco. El croata cobra unos 16 millones euros brutos y podría sumarse a ese balance de ahorro en sueldos a final de temporada. Un plan que dejaría sitio a algunos de los cedidos y dinero para buscar refuerzos con Mbappé a la cabeza.