El exgranota Rubi quiere aislar al vestuario del Sporting antes de los partidos y por ese motivo ha reducido el número de personas que acceden a la caseta. Salvo que sean requeridos, la entrada está prohibida para los servicios médicos, para los auxiliares de otro tipo y hasta para el encargado de los vídeos. De esta norma tan estricta no se salva ni el capellán del club, Fernando Fueyo. Y es que el técnico catalán, que sustituyó a Abelardo en el banquillo, ha cortado de raíz con la tradicional costumbre en El Molinón de rezar un Padre nuestro antes de salir al campo.