La UD Alzira sueña con la gesta y puede meter a Oltra en un lío

La UD Alzira afronta con elevadas dosis de ilusión su reaparición esta semana en la Copa del Rey trece años después. La última participación del conjunto de la capital de La Ribera Alta en la competición del KO fue en 2008 ante el Granada 74 y este miércoles regresa para enfrentarse al Fuenlabrada, un rival que milita en LaLiga SmartBank, pero que atraviesa una mala racha de resultados puesto que encadena nueve jornadas sin ganar, lo que le ha hecho caer a zona de descenso. En el banquillo fuenlabreño está el técnico valenciano José Luis Oltra, quien se encuentra ahora en la encrucijada de cómo afrontar la eliminatoria.

En Alzira todo está preparado. A precios comprendidos entre cinco y quince euros, este fin de semana de forma anticipada ya se habían vendido 200 entradas. No se llenará ni mucho menos el Luis Suñer, pero el goteo de venta de localidades tanto a través de la página web del club como en el bar del campo de Venecia está siendo continuo y se espera un buen ambiente de fútbol en una cita especial tanto para aficionados como para los propios jugadores y técnicos, ya que en su gran mayoría nunca han jugado un partido de Copa (de hecho Dani Ponz, técnico de dilatadísima trayectoria pese a su juventud, afrontará el que será su primer partido en la competición).

Ver al Fuenlabrada de Oltra y M'Bia en Alzira costará entre 5 y 15 euros para los no abonados

Dani Ponz-José Luis Oltra, el duelo valenciano de técnicos en el Alzira-Fuenlabrada de Copa

Nadie renuncia de antemano a dar la campanada, entre otras cosas, porque el Fuenlabrada juega partido de LaLiga SmartBank el próximo sábado ante el líder de la categoría, el Almería, y José Luis Oltra podría reservar a su jugadores más importantes ya que necesitan reaccionar como sea en la competición de la regularidad. El encuentro se juega este miércoles a las 20:00 horas con el equipo de Dani Ponz transitando por la zona templada de la tabla en Segunda RFEF y con la única baja confirmada de lago, y la ilusión ribereña coincide con la necesidad del técnico valenciano del Fuenlabrada que en las últimas semanas ha tenido que hacer frente a numerosas bajas por lesiones y sanciones.