L'Alqueria del Basket

El antes y el después de L’Alqueria en la cantera taronja

La Cultura del Esfuerzo marcó el camino de un proyecto que comenzó en 2017 y que ya da frutos en el Valencia BC y en las selecciones

L'Alqueria, una gran factoría de jugadores

L'Alqueria, una gran factoría de jugadores / F. Calabuig

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

L’Alqueria del Basket irrumpió como la mejor instalación de baloncesto en Europa en la temporada 2017-18 y seis años después, se ha convertido también en todo un referente de formación, con unos resultados que ya se han empezado a notar en los primeros equipos e incluso en las selecciones nacionales, con la lluvia de medallas de los dos últimos años.

Un camino al éxito que han pilotado Esteban Albert y Andreu Casadevall, y en el que se ha demostrado que no ha sido fruto de la casualidad, sino de la profesionalización y mejora continua de un proyecto en el que ambos supieron plasmar la filosofía de la Cultura del Esfuerzo marcada por Juan Roig en el Valencia Basket y su cantera.

Protagonistas en las selecciones de formación

Protagonistas en las selecciones de formación / SD

De l'Alqueria, al primer equipo

La presencia de Guillem Ferrando junto a Josep Puerto en el primer equipo masculino (con Claver como más veterano y otros jóvenes que llegan como Lucas Marí y Sergio de Larrea) o la de Claudia Contell en el femenino, acompañada de otras jóvenes como Awa Fam, Elena Buenavida, Alicia Flórez o Noa Morro, señalan el camino para el resto de canteranos ‘taronja’, que ven en ellos ejemplos de cómo se puede llegar a la élite desde l’Alqueria.

Y no sólo con La Fonteta o el futuro Roig Arena en el punto de mira, sino también con las selecciones españolas, en la que ya se nota la cosecha del trabajo en L’Alqueria. Sin medallistas en los primeros años, y con únicamente Guillem Ferrando (plata en el Europeo sub-16) y Lorena Segura (plata en el Europeo sub’18) en la temporada 2017-2018, se ha pasado a las 13 medallas masculinas de los dos últimos años y a las 21 femeninas, asentando el club entre las mejores canteras del mapa europeo.

Una eclosión especialmente llamativa en el baloncesto femenino, en el que se ha pasado de ‘sufrir’ para completar los equipos en los primeros años, a ser el destino más apetecible para grandes talentos de la Comunitat Valenciana, de España y de Europa.

Una instalación única en Europa

Una instalación única en Europa / SD

Esteban Albert

Al respecto, el director deportivo Femenino del club, Esteban Albert, destaca en SUPER que "las primeras temporadas nos costó mucho completar equipos, tuvimos que buscar y hacer jornadas de captación. Después se fue viendo lo que significaba estar en L’Alqueria y las posibilidades de crecimiento que ofrece, y ahora tenemos muchísimas solicitudes para entrar en nuestros programas de formación".

Un hecho que ha aumentado la competitividad a todos los niveles, empezando a ganar campeonatos autonómicos que se resistían al inicio e, incluso, llegando a coronarse en dos Campeonatos de España con Awa Fam como la gran referente. Sin pasar por alto la notable presencia de jugadoras taronja en las selecciones y con roles importantes.

"Dentro de esa idea de crecimiento, empezamos con jugadoras locales y fuimos incorporando más talento de aquí y la Comunitat Valenciana. Fue importante abrir el programa de becas, que empieza en 2019 con Marina Hernández, de Alicante, quien estuvo hasta edad júnior. Después llegaron otras becadas que siguen con nosotros como Awa, Lucía Rivas, Alba Caballero... proyectos de jugadoras que incorporamos con la idea de pensar que pueden llegar al primer equipo", destaca Albert, quien añade que "el programa de becas, al principio, no fue fácil, no lo era convencer a las primeras para que vinieran. Entonces, no éramos una referencia en formación, ahora, en cambio, son muchas las que quieren venir y estar aquí".

Otro aspecto clave en el crecimiento de L’Alqueria fue "no quedarse en la edad júnior, sino seguir abriendo el talento en los primeros años de edad sénior, todavía en formación". "Ahí han aparecido jugadoras como Elena Buenavida, Alicia Flórez, que están dando un buen resultado... y a ese nivel, si tuviera que hacer una lista, diría que en un primer momento están las becadas jóvenes, Marina Hernández, Awa Fam, Lucía Rivas, Alba Caballero, María del Mar Ordinas. Luego las jugadoras que incorporamos ya en últimos años de categoría júnior, como Noa Morro o Laia Monclova, Emily Kalenik. Las primeras fueron valencianas, luego nacionales y alguna internacional, con Milica Matic y Tilda Trigger, que es sueca y ha llegado como júnior", explica Albert.

Unas jugadoras que aprovechan también la apuesta del club por equipos vinculados, como el Paterna en categoría LF Challenge, y de posibles cesiones a equipos de LF Endesa que ayuden a dar el último paso hacia la élite, como ha sido el caso de Claudia Contell.

Andreu Casadevall

Por otra parte, Andreu Casadevall, en su condición de Coordinador de la cantera masculina, pone el foco en los inicios del proyecto y en una conversación con Juan Roig que marcó el camino a recorrer. "Venía del baloncesto profesional cuando se me ofreció llevar la cantera del Valencia BC. Era un reto muy importante, el de dar contenidos a una cantera y una instalación con gran potencial. La instalación permitía trabajar de manera muy cómoda, con todos en el mismo sitio. Había que hacer lo que nos dijo Juan, que los chicos trabajaran con humildad y esfuerzo, que no se piensen que somos los nuevos ricos por estas instalaciones y perdamos la Cultura del Esfuerzo, nuestro emblema. Son palabras que se me quedaron grabadas, las comparto e intentamos que sea así", argumenta.

Casadevall relata también cómo fueron los inicios. "El primer año estuvimos recopilando cómo lo hacían otras canteras. Debíamos implementar una metodología de trabajo que nos sirviera para todos los equipos y fuera continuista, que empezara en los infantiles y acabara en los segundos equipos. Cuando creamos lo que después denominamos la guía del entrenador, trabajé la parte del borrador y con Esteban y Vlado hicimos la parte final de la guía, que tenía que servir para la Escuela, la cantera masculina y la femenina".

Y todo sin olvidar la formación de entrenadores, con numerosos clínics y un debate continuo con ellos para "tener un estilo propio de jugadores y equipos del Valencia BC". Y siempre con una premisa clara, como indica Casadevall. "Tenían que ser jugadores formados por nosotros en base a tecnificación y trabajo técnico y táctico. Siempre hemos tratado de poner por delante el crecimiento del jugador antes que los resultados, que, a veces, quedan muy bien, pero, sobre todo, lo que interesa es la proyección del jugador y que podamos dotar al primer equipo del máximo número de jugadores posibles. Lo importante es trabajar para que un jugador llegue y no traer resultados con jugadores del momento y que restan posibilidades a otros jugadores que tienen potencial para poder estar ahí".

Al igual que en la cantera femenina, el programa de becas empezó con el alicantino Alonso Faure y, posteriormente, con Millán Jiménez y otros chicos. El riojano marcó también la senda para llegar a la Fonteta con el primer equipo y para ser protagonistas en las distintas categorías de la Selección, del mismo modo que un Guillem Ferrando que milita esta temporadas a las órdenes de Mumbrú.

Y, como en el femenino, con un vinculado como el Godella que ayuda a continuar con la formación en edad sénior antes de plantarse en la ACB. "Tener jugadores en equipos vinculados como el Godella o el Paterna también es fundamental. Logramos el ascenso, de EBA a LEB Plata, con jugadores de la casa y ahora nos estamos manteniendo con una gran parte de jugadores de casa y de la Comunitat".