Orriols no entiende de imposibles

Tras el subidón de ganarle al Villarreal, el conjunto de Alessio Lisci le abre las puertas de su estadio a un Barça intratable, pero con ganas, ilusión y sin miedo de vivir una noche histórica

Una imagen de la sesión previa a la cita ante el Barça

Una imagen de la sesión previa a la cita ante el Barça / Francisco Calabuig

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El Ciutat de València es consciente de su potencial y de su capacidad para impulsar a su Levante hacia niveles intangibles. Lo ha demostrado en múltiples ocasiones y esta noche, a partir de las 21:00, jugará un papel determinante para llevar al cuadro de Alessio Lisci hasta una posición de privilegio para asaltar las plazas que otorgan la permanencia. Independientemente de la condición y más allá del rival al que se medirá en Orriols. Un Barça intratable, en estado de gracia y que se encuentra en la cresta de la ola, debido al efecto de su entrenador, Xavi Hernández, que ha cambiado el panorama en el Camp Nou.

De desolador a esperanzador, hasta el punto de no renunciar, aunque sus opciones sean remotas, al título de LaLiga Santander. Sin embargo, el combinado de Alessio Lisci mira de frente a los culés y tiene ganas de tutearles para, además de vivir una velada para la historia, soñar, más si cabe, con quedarse en la élite del fútbol español el próximo curso. Eso sí que significaría un milagro, al que, con el paso de los días, se suman más creyentes.

Aunque la racha del Barça dé pie a caer en la intimidación, ya que registra catorce enfrentamientos sin perder entre todas las competiciones, Orriols no entiende de imposibles. Y menos frente a un cuadro catalán que ha hincado rodilla en el territorio valenciano que se tiñe de azulgrana. En las últimas cuatro temporadas, el actual segundo clasificado del campeonato nacional solo salió en volandas del Ciutat de València en el curso 18/19, con un 0-5 a su favor ante el que el Levante no tuvo opción alguna. No en vano, en los partidos restantes, el Barça perdió su etiqueta de invicto, fue remontado y vapuleado en un abrir y cerrar de ojos y dejó escapar una liga. Y entre medias, cayó derrotado en el duelo de ida de una eliminatoria de cuartos de final de Copa. Los precedentes juegan a favor del cuadro local en Orriols, escenario que ha vivido múltiples emociones este curso.

Ganar al Villarreal, subidón de adrenalina

Después de haberse sumergido en el más absoluto pesimismo, el estadio del Levante ve la luz al final del túnel tras ver cómo su equipo, después del empate frente al Espanyol y el batacazo contra Osasuna, se negó a tirar la toalla venciendo al Villarreal. Una victoria revitalizante, por cómo el cuadro de Alessio se dejó la piel en el campo, y esperanzadora, porque la llama de la salvación aún está encendida. Ahora, el mensaje es tan claro como contundente: quedan ocho finales y 24 puntos en juego donde dar el máximo. Un tramo final de campeonato donde se avecinan emociones fuertes, empezando con la ilusión de tumbar a uno de los conjuntos más en forma del Viejo Continente.

Roger celebra uno de los goles ante el Villarreal CF

Roger celebra uno de los goles ante el Villarreal CF / EFE

Para intentar conseguirlo, el entrenador italiano, con Morales y Roger conjurándose para volver a hacer migas como contra el Villarreal recupera para la causa a Soldado, a Óscar Duarte y a Dani Gómez, aunque pierde a los que perdió durante el transcurso de la semana: Martín Cáceres y Shkodran Mustafi, quien probablemente, podría perderse lo que resta de temporada. Por su parte, Xavi Hernández tendrá a su disposición a Luuk De Jong, después de perder en Alemania a Gerard Piqué por una tendinopatía en el aductor largo del muslo izquierdo. Tampoco con Memphis Depay, Dest y Ansu Fati, quienes se encuentran ultimando sus respectivos procesos de recuperación. Las ausencias de un encuentro que se prevé trepidante, entre dos conjuntos con objetivos opuestos y donde el Levante quiere seguir sin entender de imposibles.

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