Gesto ejemplar para una afición volcada

El club comunicó que la plantilla y el cuerpo técnico subvencionarán los buses que vayan a Huesca, para una hinchada granota que no ha dejado de lado a los suyos fuera de casa

La masa social levantinista y el equipo de Javi Calleja están más unidos que nunca

La masa social levantinista y el equipo de Javi Calleja están más unidos que nunca / LUD

Rafa Esteve

Rafa Esteve

La sinergia que existe entre la plantilla del Levante y su afición, ilusionada y entregada a los suyos a partes iguales, es uno de los motores principales por los que la posibilidad ascender a la élite del fútbol español late más fuerte que nunca. Nada ni nadie tiene la suficiente fuerza como para detener una unión capaz de tumbar cualquier adversidad. Así lo ha demostrado el conjunto de Javi Calleja, que además de presumir de llevar 19 partidos sin saber lo que es perder, ha visto cómo el aliento de su público, tanto en Orriols como fuera de casa, le ha llevado en volandas hasta la parte alta de la clasificación. El equipo, consciente de la importancia que tiene su gente para lograr el objetivo, no quiere que ninguno de sus fieles se quede atrás. Por ello, tomó la decisión de costear los buses que viajen al Alcoraz para medirse al Huesca la próxima semana. Un gesto ejemplar, de reconocimiento y de honradez que anima, más si cabe, a invadir territorio oscense para dar otro paso hacia el reto que ilusiona en el Ciutat: subir a Primera División

No obstante, el acto de subvencionar el desplazamiento a Huesca por parte de la plantilla no es fruto de la casualidad. El Levante ha estado respaldado en prácticamente todos los partidos que ha jugado fuera de hábitat. Más allá de los motivos, la afición ha hecho un esfuerzo para no dejar a su equipo solo en ninguna de las paradas de su camino hacia la cima de la Primera División. Estuvo presente en La Romareda llenando un alto porcentaje de la grada visitante, con unos 300 seguidores en el estadio del Zaragoza. El Plantío también contó con aficionados en el sector foráneo, alrededor de unos 100 que se recorrieron casi 600 kilómetros para alentar a un equipo que comenzó a dar síntomas de vulnerabilidad con Mehdi Nafti. Pese a ello, 150 estuvieron presentes en Andorra, aunque fueron testigos de cómo su Levante se despeñó en el Principado y vio cómo el proyecto empezó a perder fuerza.

Aquella derrota, sumada a la que se produjo una semana después ante el Racing de Santander, metió al Levante en una crisis que no cambió la postura de la afición en desplazarse. El primer encuentro de Javi Calleja se saldó con remontada en Ibiza a ojos de 200 aficionados que, a pesar de la limitación para ir a las Islas, no quisieron perderse el inicio de una era que está en el camino correcto para volver a Primera División. No obstante, el desplazamiento a Can Misses fue superado por el que hubo en el Carlos Belmonte, donde 400 levantinistas presenciaron un partido donde el Levante presentó sus credenciales y dio un golpe sobre la mesa en su escalada. Misma cantidad acudió a Butarque, para animar al Levante a sumar un punto que se multiplicó por tres, dos semanas después, en Cartagena. Hasta la fecha, el desplazamiento más numeroso de la temporada, con 600 granota y que tuvo su recompensa, ya que el cuadro de Javi Calleja consiguió una victoria de prestigio. Motivos más que suficientes para que ir todos a una y para llenar las gradas del Alcoraz.