Historia del Mundial femenino
Estados Unidos 2003: el último gol de oro dio el título a Alemania
Un tanto de Kunzer tras los 90 minutos dio la victoria a un conjunto alemán que fue el primero en adelantar a EEUU en el ranking FIFA | La federación germana fue la primera de la historia en sumar el título de campeona del mundo tanto en categoría femenina como masculina
Nia Kuenzer marcó el gol de oro que dio el título a Alemania. / FIFA
María Tikas
Si la generación del ‘99 de Estados Unidos marcó una época en el país nortemericano, en Alemania lo hizo la de los años 2000. El combinado que por entonces dirigía Tina Theune se llevó su primera Copa del Mundo en una final que se decidió por el gol de oro tras los noventa minutos, el último de la historia en partido internacional oficial.
China era, en un principio, la encargada de organizar la cuarta edición del Mundial en cuatro ciudades. Sin embargo, una epidemia de síndrome respiratorio agudo grave que tuvo lugar entre 2002 y 2004 afectó la provincia de Cantón y la FIFA decidió cambiar de sede. Se volvió a disputar en Estados Unidos, que había acogido la última edición, y en cambio China recibió una compensación económica y se guardó los derechos para albergar el Mundial de 2007 en Shanghai.
Alemania ganó todos los partidos del torneo. Seis victorias, con 25 goles a favor y solo cuatro en contra. Suecia, por su parte, llegó a la final con una única derrota, en la fase de grupos contra Estados Unidos.
El campeón de la última edición, que partía como favorito en su segundo mundial como anfitrión, cayó derrotado por goleada (0-3) en semifinales a manos de Alemania. Y en la final se adelantó Suecia, con tanto de Ljungberg antes del descanso.
En la reanudación Meinert puso el empate y el gol de oro de Künzer dio el título a las alemanas, que se convirtieron en el primer combinado en arrebatar la primera posición del ranking FIFA a Estadios Unidos.
Adiós a Wiegmann y la primera generación
Después de levantar el primer Mundial femenino para Alemania, convirtiéndose este en el primer país en tener en sus vitrinas el masculino (tres en aquel entonces, cuatro en total) y el femenino, la capitana Bettina Wiegmann colgó las botas. La centrocampista de Euskirchen había disputado las cuatro primeras ediciones del Mundial y fue protagonista del crecimiento del fútbol femenino en el país.
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