Alderete VS Ramos y la decisión de Claver

Ha sido suficiente con la impronta de Bordalás para liberar al Valencia de las numerosas tensiones a las que continúa sometido...

Rafa Marín, foto opinión

Rafa Marín, foto opinión / SD

Rafa Marín

Rafa Marín

Ha sido suficiente con la impronta de Bordalás para liberar al Valencia de las numerosas tensiones a las que continúa sometido, anomalías serias que no desaparecerán ni con el alivio de ganar partidos pero tras las que tampoco hay que ocultar la importancia de todo aquello que dentro de lo malo va yendo a mejor.

En un momento en el que es verdad que sale barato contentarse, los gestos de este lunes de Alderete redundan en la idea positiva de que el equipo ahora tiene un camino claro, una diferencia sustancial tras una temporada en la que, al no saber hacia donde iba, ningún viento le resultaba favorable. Recién aterrizado, el nuevo central paraguayo ya está manos a la obra, sin vacaciones después de la Copa América y dispuesto a no perder comba en un proyecto en el que se le supone titular junto a Paulista, al menos a falta de saber si alguien compra a Diakhaby, lo que abriría la puerta a otro central del perfil de Murillo.

Cuentan desde Oliva los que ya lo han conocido, por cierto, que a Alderete no le ha pasado lo de Sergio Ramos, que se confundió de estadio y por poco también de club tras su llegada al PSG. Ojalá termine siendo la mitad de bueno que el exinternacional español, pero las primeras impresiones personales hablan de alguien que sabe a qué equipo viene, quién es su técnico y cómo se respira en Mestalla.

Víctor Claver

Sigue moviéndose bien el Valencia Basket, que no solo vive del regreso de Claver pero que se apuntará un tanto si lo consigue, además sin tener que pagarle al Barça después de haber rescindido. La decisión es del jugador, que debe valorar qué le tira más, si la circunstancia de la Euroliga en el Baskonia o volver a casa y a la esencia de un proyecto como el de La Fonteta. Es libre de hacer lo que considere mejor para su futuro, pero ojalá vuelva... No habría tercera oportunidad.