Wass se equivoca en cómo tira el pulso

De Wass no consta que haya anticipado nada salvo que se llevó los bártulos de Paterna y que a estas alturas sigue jugando al despiste...

Rafa Marín, foto opinión

Rafa Marín, foto opinión / SD

Rafa Marín

Rafa Marín

La historia está plagada de jugadores que dicen que se van y que hasta organizan cenas para festejarlo pero que luego se quedan, bien porque no llega a cuajar la oferta con la que les engatusaron o sencillamente porque sus clubes no tragan con malvenderlos y salir perdiendo. De Wass no consta que haya anticipado nada salvo que se llevó los bártulos de Paterna y que a estas alturas sigue jugando al despiste.

Sus agentes no han traído ni una oferta y él tampoco ha dicho de su boca públicamente que quiera cambiar de aires, pero aun así desliza que la decisión será «al cien por cien familiar» y hasta va dejando miguitas de pan por si el día que tiene que presentarse no lo hace y toca salir a buscarlo. El pulso se anuncia complicado para todas las partes, incluidas aquellas que aguardan agazapadas y dispuestas a la pinza a cambio de que sea el futbolista quien haga el desgaste. Que el Marsella de Longoria está detrás no es descubrir la pólvora, como tampoco lo es que fue así como el danés llegó a Mestalla hace tres años.

Ofertas por Wass

Wass está en su derecho de querer irse pero tampoco hay que engañarse ni usar el comodín de Meriton para justificar un intento de espantada que obedece a razones personales. Lo que no se le puede permitir, y ahí es donde el club vuelve a jugarse la credibilidad que gracias a Bordalás está recuperando, es que pretenda marcharse mareando la perdiz y sin que a 18 de julio haya presentado ni una oferta.

Al Valencia se le respeta y eso vale también para jugadores como él, alguien por cierto que ha sido tan buen profesional en sus temporadas como blanquinegro que el objetivo es renovarlo. El entrenador, pese a estos desplantes desde la distancia, cuenta con él, así que lo mejor que puede hacer es traer una oferta o ponerse a trabajar. Y si renueva, pues mejor.